Escala Crítica/Columna diaria
* Riesgo: diagnóstico alterado del país; engaño para campañas
* ¿Corrupción o incompetencia?, un negocio ante el espejo
*López Obrador: sin organización no habrá tercera y vencida
Víctor M. Sámano Labastida
CUANDO alguien consulta a su médico, lo básico es no falsear síntomas o información sobre dolencias. El objetivo es curarse. La información es vital para que el médico recete el tratamiento adecuado. Si falta un análisis de sangre, no se lleva un análisis de orina; si el médico pregunta por dolores de cabeza, el paciente no habla de su espalda. El paciente no falsea síntomas o dolencias, porque le conviene un diagnóstico preciso.
En los últimos dos meses, se observa la alteración de datos significativos sobre el ‘paciente’ México. Las encuestadoras fallaron en casi todo durante la jornada electoral de junio en 12 estados: las proyecciones porcentuales para cada partido político, los pronósticos de ganadores y perdedores, las encuestas de salida. No acertaron ni de cerca, rebasando su margen de error: 1 a 3%. De manera similar, se reseñó aquí otra mala consulta médica en el cuerpo social: los problemas de medición de pobreza en la última encuesta realizada por eI INEGI. ¿Qué pasó? con nueva metodología, no comparable a encuestas pasadas, el INEGI ‘desapareció’ a millones de mexicanos de la franja de pobreza.
Veamos estos dos casos con detalle, sin olvidar el riesgo que representan: con datos manipulados, México enfermará más.
ENCUESTAS PARA MAQUILLAJE
DEL NAUFRAGIO de las encuestas en junio, un hecho notorio es que varias encuestadoras se tacharon de incompetentes. Fue una fea danza de perdedores. Lo que no abordaron fueron las razones de esa incompetencia. Aquí van tres razones que explican gran parte del fiasco encuestador:
1) PRI y PAN pagaron muy bien a varias encuestadoras para pertrecharse y presentar ‘datos independientes’ la noche de la jornada electoral. Eso, desde luego, sesgó los datos porque se buscó complacer al cliente. Nadie paga para que no lo declaren ganador o, por lo menos, competitivo. Hubo encuestas hechas a la medida del partido/cliente. Un caso paradigmático fue Veracruz, donde el candidato del PRI a gobernador, Héctor Yunez, se presentó la noche del 5 de junio con tres encuestas que lo daban ganador por 3, 4 y 6 puntos. Las encuestadoras fueron Parametría, Mendoza y Cobarrubias. El PRI perdió Veracruz por 6 puntos.
2) La sensación afianzada entre agencias de que a) no existe dilema ético en contratarse a destajo con los partidos y b) que es natural realizar negocios en cada temporada electoral, sin mirar mucho la credibilidad. Es la oportunidad de inflar ganancias, y si es necesario que se maquillen números ‘pues entre la bola nadie ve’. Pero sí se nota. Ejemplo: en Ciudad Juárez un candidato independiente a la alcaldía, Armando Cabada, fue el ganador sin pagar encuestas. La firma Consulta Mitofsky lo ubicaba muy lejos, con apenas 10% de intención de voto. Ganó con más del 50%, un error de 40 puntos, descomunal en cualquier ejercicio encuestador.
3) La desconfianza ciudadana en las encuestas, por manipulaciones previas. Era un círculo vicioso y ya se rompió. La ciudadanía aprendió como sortear la manipulación de los datos y guardar su verdadera decisión para las urnas.
Hay pues, un campo de corrupción soterrada que cultivan los partidos grandes y agencias encuestadoras, mientras la temporada electoral se ve desde las agencias como la venta de un servicio profesional que ya no lo es, también por presión del cliente. La ciudadanía miró ese círculo vicioso y ya decidió. Hay una credibilidad maltrecha que tendrán que remontar las encuestadoras hacia el 2018.
POBRES Y PERDIDOS
EN LA ACCIDENTADA medición de pobreza del INEGI, la historia resultó significativa porque fue otra institución pública quien exigió la rectificación: el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval). ¿Qué hay detrás de esta historia, que ya arrojó un damnificado en el INEGI, además de un debate metodológico saludable?
En el horizonte político de los datos de pobreza, se vislumbra lo siguiente: la cruzada contra el hambre fue lanzada el 21 de enero de 2013 por Enrique Peña Nieto en Chiapas. Noventa programas asistenciales que combinaron recursos municipales, estatales y nacionales. Objetivo declarado: “lograr un México sin hambre”. Se pensó, con expertos brasileños que trabajaron un programa similar al brasileño Lula, reducir la pobreza extrema en porcentajes nunca vistos. ¿Qué pasó? Como toda estrategia coordinada en tres niveles de gobierno, topó con pared, confusiones y malentendidos. Los recursos no han llegado adonde deberían llegar. No se conoce un reporte desglosado de esta Cruzada contra el hambre, salvo generalidades en los mensajes anuales de gobierno. ¿Qué dirá Peña sobre esto en el mensaje de gobierno de septiembre? Será interesante si hace una referencia INEGI/Cruzada contra el hambre, porque los temas inevitablemente se relacionan. Quizás alguien quiso ‘ayudar’ con el maquillaje de datos, pero provocó otro incendio.
Recuerde el lector: no se deben falsear síntomas para que el paciente se cure. De por sí, la ejecución de políticas públicas es alterada por el factor corrupción. Ahora imagine la eficacia gubernamental con el diagnóstico hecho con datos sesgados. Sí: veneno para el paciente.
LA DESUNIÓN HACE LA DERROTA
LA UNIDAD de las izquierdas nunca ha sido fácil. La historia registra que es precisamente esta corriente la más proclive a la división, contrariamente a la llamada “derecha” que por lo general presenta un bloque sólido. Aunque se esperaba que Andrés Manuel López Obrador ratificara en Tabasco su disposición a un acercamiento con el PRD o por lo menos con sus bases –hay que recordar que éste no es un partido homogéneo, como tampoco lo es Morena-, habrá que esperar. Para el PAN es buena noticia, porque mantiene abierta la puerta de su alianza con un sector del solaztequismo.
En su más reciente visita, el fin de semana pasado, López Obrador sí ratificó que la prioridad para Morena es la organización interna. Sostuvo que de esto depende que “no vuelvan a robar la Presidencia de la República.
En Villahermosa, de acuerdo a las cifras de Adán Augusto López Hernández, dirigente estatal, rindieron protesta más de cinco mil activistas de los comités de base, aunque están todavía a un 40 por ciento de la meta fijada para un plazo que vence el 20 de noviembre, según el compromiso con AMLO.
Aparte del fraude denunciado en su momento por el lopezobradorismo, tanto en 2006 como en 2012 una de sus carencias fue la estructura de representación electoral en todo el país…y su no alianza. (
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
)
