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Home Escala Crítica TRUMP E HILLARY, ELECCIONES EEUU; TAN MALO PINTO COMO COLORADO

TRUMP E HILLARY, ELECCIONES EEUU; TAN MALO PINTO COMO COLORADO

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 Escala Crítica/Columna diaria

 
* Dos partidos y una doctrina de dominación; sureste un “tapón” 
* El imperio geopolítico, con sabor cultural; un ejemplo deportivo
* No es necesario invadir con tropas, basta cambiar el consumo
Víctor M. Sámano Labastida
 
TABASCO ya no es el de las pangas, ni un archipiélago en el sur de la República. Integrado a la llamada globalización, es paso obligado de migrantes de la región más empobrecida del continente: Centroamérica. En los setenta fue área de refugiados para quienes huyeron de la violencia de una guerra interna. Son la migración y el crimen organizado dos factores, entre otros, que nos hacen estar atentos a lo que suceda en las elecciones de Estados Unidos, país que considera a esta región del sureste como “zona de amortiguamiento” para su seguridad nacional. 
Antes que preguntar por las diferencias políticas entre Hillary Clinton y Donald Trump, hay que entender una cuestión fundamental sobre Estados Unidos y su historia: pueden tener contiendas presidenciales muy conflictivas, con  demócratas y republicanos a tope por la Casa Blanca, pero hacia afuera son un bloque dominante homogéneo. Su política exterior es una variante expansiva de la doctrina Monroe, “América para los americanos”. El planeta se les hace pequeño, aunque lo consideran suyo desde 1919, cuando impusieron sus condiciones como vencedores de la Primera Guerra Mundial. 
Exploremos la historia estadounidense en algunos de sus aspectos políticos y culturales, antes de abordar en otra Escala Crítica la contienda de míster Trump y la abogada Hillary. Esto permitirá comprender mejor la campaña presidencial que ya está encima y cuyos resultados tendrán repercusiones para México, y para Tabasco.     
EEUU: GENDARME DEL MUNDO
LA POLÍTICA exterior de Estados Unidos es imperial. Sea presidente un demócrata cristiano como John F. Kennedy, o un republicano histriónico como Ronald Reagan. Eso no importa, a la hora de convertirse en el gendarme del mundo. Estados Unidos es un imperio hacia afuera y una democracia hacia adentro. Al mundo le toca padecer lo peor: el imperio estadounidense en sus objetivos de dominación.  
Y luego está el análisis cultural de los Estados Unidos, lo que complica todo. Si en lo geopolítico reprueban, en lo cultural tienen lo mejor y lo peor. Basta comparar el blues y el jazz con la música disco y el rap. El pensador francés Jean Baudrillard definió a Estados Unidos como “la sociedad primitiva del futuro” y le asignó, con envidia de europeo melancólico, una supremacía cultural a lo largo del siglo XX: “es una sociedad voraz y veloz, especializada en materializar sueños de todo tipo: religiosos, empresariales, deportivos, militares, cinematográficos y virtuales”.
La fascinación universal por lo estadounidense surge con la cultura de masas en el siglo XX, que en sentido positivo permite romper cánones de alta cultura, de cuño europeo. En sentido negativo, el modelo de la cultura de masas se traslada al mundo y es vendido como ideal democrático, cuando se trataba de la instauración del sistema capitalista en el corazón de la sociedad. Un cambio crucial en la visión del mundo: los parámetros culturales se convierten en parámetros de consumo. Terreno peligroso para cultivar sensibilidad y fraternidad. Como bien lo dice mi amigo Pablo del Ángel: El materialismo no fue marxista sino capitalista. 
Conforme el modelo estadounidense inunda el mundo, se presenta la imitación/réplica de la cultura de masas, lo que produce estereotipos y chatarra como entretenimiento. Basta mirar alrededor. Es un potente mercado cultural convertido en sueño americano. El consenso es emocional y juvenil: Hollywood, el rock, tenis Nike, camisetas, pantalones de mezclilla y coca-cola. A nadie se le obliga a consumir, pero el imperio estadounidense se afianza en esas sutilezas mercantiles que representan el único horizonte de vida, como los romanos que con sus costumbres (no con la guerra) conquistaban definitivamente los pueblos bárbaros.
La fórmula para enfrentar la fascinación cultural estadounidense, la definió magistralmente Carlos Monsiváis: “Asimilar, sin asimilarse”.
      
LA FIFA Y EL MÚSCULO GRINGO 
MIENTRAS Trump y Hillary aguardan el round electoral, vale la pena recordar una advertencia de Raymundo Rivapalacio, a contracorriente de la visión dominante: “La verdadera enemiga es Hillary”. Sin descartar el peligro del  Trump racista, Rivapalacio señaló que la política exterior de Estados Unidos construye ventajas comerciales y de imagen pública. Así que si gana Hillary, para la clase política de México el proyecto demócrata será el verdadero dolor de cabeza, sobre todo por su insistencia geopolítica para romper inercias de corrupción, crucial aspecto de imagen pública que ha  enfatizado Barack Obama a últimas fechas, y que ha fastidiado a su homólogo Peña Nieto. Veamos, en el terreno de la imagen pública, un ejemplo anticorrupción de política deportiva mundial: el derrumbe de la todopoderosa FIFA.  
El escándalo de la FIFA en 2015 fue una muestra geopolítica del músculo norteamericano en el mundo. El alemán Joseph Blatter, Presidente de la FIFA, se sentía invencible y cometió un error: entregar el mundial 2018 a la Rusia de Vladimir Putin. Crack: los Estados Unidos tomaron nota de la entrega de  un negocio de 7 mil millones de dólares a su enemigo ruso. Movieron entonces el tapete de las estafas FIFA, que involucraban a los 5 continentes: globalización corruptora. Como había libros muy bien documentados al respecto, de periodistas ingleses y franceses, la fiscalía norteamericana tomó esas investigaciones antes minimizadas (cuando Blatter y su mafia partían nueces con EEUU) y fue por testigos de cargo que accedieron a declarar, hasta que Blatter no tuvo más remedio que abandonar el imperio deportivo transnacional.
Es el precio de confrontarse, en una sola decisión, con los Estados Unidos. Que la FIFA haya limpiado definitivamente sus corruptelas, eso es otra historia. La historia que cuenta es cómo Estados Unidos dobló al gigante FIFA que se jactaba de ser intocable. Es, le decía, apenas un ejemplo al alcance de la comprensión popular sobre cómo se cuecen las habas en el norte. Y lo que nos espera, aunque Trump –como lo escribió Enrique Krauze- tiene en mente una guerra hacia el sur del Río Bravo.
AL MARGEN
EN ENERO de 2015 Miguel Ángel Matamoros cuando el general Audomaro Martínez era titular de la Secretaría de Seguridad Pública, la antesala del cargo que ocupa a partir de ayer. Veremos cambios en el enfoque de las acciones contra la delincuencia. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
 
 

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