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*Por qué AMLO cambió su discurso y tendió un puente con EPN

*Pugna interna en el tricolor por la definición del candidato en 2018

*Con Peña vencido “no habrá estabilidad”; ¿quién es una amenaza?    

Víctor M. Sámano Labastida

 

SIN DUDA que causó extrañeza la moderación del discurso de Andrés Manuel López Obrador en relación a Enrique Peña Nieto. Esto fue muy notorio el 27 de junio, cuando ante una concentración masiva de simpatizantes el aspirante presidencial se dirigió “respetuosamente” a Peña para sugerirle la formación de un gabinete de transición y bajó la presión en torno a la reforma educativa.

Planteó López Obrador un diálogo para una “transición pacífica”. Más allá de las fáciles descalificaciones contra el aspirante presidencial, sería sensato preguntarse qué riesgos observó el tabasqueño para colocarse ante la paradoja de colocar un puente a quienes ven ya como un presidente debilitado.

Desde fuera se dice que fue una jugada más del aspirante presidencial para estar en los reflectores; pero desde dentro del equipo de AMLO lagunos lo interpretan como una preocupación real sobre lo que pasaría en el país con un gobierno disminuido.

El 14 de julio, en una entrevista con Ciro Gómez, López Obrador volvió a insistir -en el contexto de la reforma educativa- que no se busca la claudicación del gobierno, “ni se trata de jugar a las vencidas”.

“Si se vence por completo a Peña no va a haber estabilidad”, comentó el también dirigente nacional de Morena. 

Ante esto surge la pregunta obligada: ¿Quién podría vencer por completo a Peña?

DUELO DE INNOMBRABLES

 

UNA HIPÓTESIS que cobra cada vez mayor fuerza es que existen, desde dentro de los grupos que se hicieron de la Presidencia en el 2012, una fuerte lucha interna. De un lado se ve al bloque mexiquense y por el otro al “innombrable” Carlos Salinas de Gortari.

En agosto de 2015 trascendió un primer jaloneo en esta etapa. Aurelio Nuño apareció como la carta de Peña Nieto para relevar a César Camacho en la dirigencia nacional del PRI. Camacho Quiroz venía del poderoso grupo mexiquense. Otra carta fuerte de Peña era el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida.

Estaban en la lista Enrique Martínez, quien aspiró a la candidatura presidencial cuando el bloque de Arturo Montiel, Enrique Jackson y Tomás Yarrington fue derrotado por Roberto Madrazo, cercano a Carlos Salinas. A relevar al mexiquense Camacho era el ahora alicapido y perseguido César Duarte, gobernador de Chihuahua.

Los hombres de mayor poder que aparecían en el escenario eran Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, una dupla que viene trabajando unida desde la época de Miguel de la Madrid. O quizá desde antes, pero de quienes se insiste que son también los hombres de Carlos Salinas.

Navarrete Prida como mexiquense, miembro del Grupo Atlacomulco formado en torno a Isidro Fabela y liderado por Carlos Hank, estaba en la reserva de Peña Nieto. Sin embargo, ni Navarrete ni Nuño lograron frenar el ascenso de Manlio Fabio Beltrones. En agosto de 2015 parecía que el sonorense no tendría rival para disputar la candidatura del tricolor en el 2018. Bastaba con que pasara el examen de las elecciones en 12 estados en junio de 2015. 

Hubo quienes afirmaron que la llegada de Beltrones a la dirigencia del PRI era un triunfo de Carlos Salinas y una derrota de Peña Nieto, ye de paso un revés para Miguel Osorio Chong. Otro delfín de los mexiquenses, Aurelio Nuño, había quedado en el camino. No faltó también la interpretación contraria, como sostuvo Pablo Hiriart: que colocar a Beltrones como jefe del tricolor era una demostración de fortaleza de Peña, porque el sonorense no era de su equipo. 

TROPEZONES SOSPECHOSOS

PEÑA NIETO ha padecido una baja permanente en su popularidad de acuerdo a lo sondeos, inclusive los encargados por la Presidencia. Pero también ha sido intensamente cuestionado por grupos extranjeros debido a temas de corrupción y tráfico de influencias. Al mismo tiempo casos como los de Ayotzinapa, Tlataya y Nochistlán, han puesto a su gobierno bajo los reflectores mundiales.

Pero Beltrones no pasó el examen. La llamada “Tríada de Los Pinos (Osorio Chong, Videgaray y Nuño), tuvieron que aceptar aparentemente sin pataleos la llegada de Manlio Fabio al PRI. La mayoría de los medios no ahorraron elogios para a quien calificaban como un experto para poder enfrentar el mayor reto intermedio de Peña en la ruta a la contienda: las elecciones de junio del 2015. Pero Beltrones perdió…o lo hicieron perder. Terminó desgastado y desplazado. Al menos por un tiempo.

Hace unos días, más de 200 ex diputados anunciaron una asociación civil de amigos de Manlio Fabio. La batalla interna del PRI no se puede ocultar. Tampoco se puede pasar por alto que a la designación de Enrique Ochoa Reza como nuevo dirigente del PRI le siguieron una serie de reuniones con reclamos de varios cuadros dirigentes o políticos en la banca por lo que llamaron proselitismo de los delegados federales. Exigieron piso parejo para la próxima designación de candidatos (500 para diputados federales y 128 para senadores, con sus respectivos suplentes).

Carlos Salinas, uno de los actores de este drama, no se pudo quedar detrás del telón. El 27 de julio asomó en Acapulco, Guerrero, y sostuvo que México debe dejar de lado el populismo “del otro innombrable” (en referencia a López Obrador) con los abusos del Estado, pero también tenía que alejarse de un neoliberalismo que significa abusos del mercado. La vez anterior que se le vio en México fue durante una fiesta de cumpleaños de Diego Fernández, en marzo pasado.

A Fernández de Cevallos se le vincula con el grupo que intenta promover una candidatura independiente para el 2018. En septiembre de 2015 trascendió que intelectuales y políticos preparaban esta opción para canalizar el voto del descontento y frenar a López Obrador. No faltó quien se refiriera a este movimiento como un opción salinista, cosa que Jorge Castañeda uno de los involucrados negó. 

Entre los promotores de la “opción independiente” se contaban también Héctor Aguilar Camín, Ángeles Maestreta, Federico Reyes Heroles,  Fernando Gómez Mont, Ramón de la Fuente, Rafael Pérez Gay, Luis de la Calle, entre otros

AL MARGEN

EL 22 DE SEPTIEMBRE de 2015 fue publicado un desplegado de más de cien intelectuales y políticos que rechazaba las leyes estatales limitantes de la opción independiente. Entre los firmantes se contaron Cuauhtémoc Cárdenas, Diego Fernández, Enrique Krauze, Javier Sicilia, Sergio Aguayo, Denise Dresser, Rubén Aguilar. Si bien algunos de los firmantes se identifican con Salinas, muchos otros se han opuesto públicamente a esto otro “innombrable”. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )