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Home Escala Crítica PEÑA NIETO Y LAS PERCEPCIONES; EL PESADO COSTO DE LA REALIDAD

PEÑA NIETO Y LAS PERCEPCIONES; EL PESADO COSTO DE LA REALIDAD

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Encuesta de Reforma: el espejo roto y las fotos sin Duarte
*Gobernar con las encuestas, los riesgos de subirse al tobogán
*Presenta su libro Socorro Díaz: la trama del poder y sus amenazas
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
ENRIQUE Peña Nieto eligió mirarse en el espejo de las encuestas. Ha sido su estilo desde antes de llegar a Los Pinos. Vive para las encuestas, esas percepciones públicas de diversa procedencia. La aparición mediática de Peña Nieto en 2008 se nutrió de mediciones favorables en esas pesquisas. Le procuraban una imagen de popularidad en aumento. Ese espejo mágico lo acompañó en su ruta hacia el poder.
En 2012 los sondeos presidenciales fueron demasiado dulces con él: entre 12 y 18 puntos de ventaja, mientras el recuento de votos arrojó apenas 6 puntos de distancia con López Obrador.          
A unos días de su cuarto mensaje de gobierno a la Nación (ya no informe), el espejo de las encuestas ha invertido la imagen: Peña Nieto es el Presidente de México que peores registros de aprobación obtiene.    
La reciente muestra de este viraje perceptivo se encuentra en los números del diario Reforma, publicados este mes de agosto. Peña se sitúa de nuevo en el mínimo histórico para un presidente de México, profundizando sus registros negativos. Claro que no miden a todos los ocupantes de la silla presidencial. Sería interesante un comparativo histórico de Peña Nieto con Gustavo Díaz Ordaz, Porfirio Díaz y Antonio López de Santa Anna, por mencionar a los gobernantes más polémicos. 
Políticamente hablando, parece un juicio severo, pero es lo que hay, vistos los números de Peña Nieto, que se sintetizan aquí a partir del ejercicio encuestador de Reforma y un artículo de Héctor Aguilar Camín (“Despeñadero”, Milenio, agosto 12, “no queda hueso sano del Presidente, ni de la República”).   Otro es el caso de López Obrador y las encuestas, que ya abordaré. 
 
NOS VEMOS EN EL ESPEJO
 
LO QUE DICEN los números: Nivel de aprobación ciudadana: 23%; en abril era de 39%; pierde 16%. Nivel de aprobación según los ‘líderes’: 18%; en abril era de 21%; pierde 3%. Combate a la corrupción: 77% cree que lo ha hecho mal. Combate a la pobreza: 75% desaprueba sus políticas. Combate al crimen organizado: 71% piensa que ha fallado.
Creación de empleos: 70% desaprueba su gestión. Seguridad Pública que empeora: 64%; en 2015 fue de 37%; pierde 27%. Que la violencia aumenta: 69%; en 2015 fue de 52%; pierde 17%. Que la situación económica ha empeorado: 64%; en 2015 fue de 45%; pierde 19%.
Plantea Reforma: “Más de 60% percibe un deterioro en la seguridad pública y la economía del país, mientras que cerca de 70% considera que la violencia y la pobreza han aumentado en el último año”. Por su parte, Aguilar Camín trata de no ensañarse con Peña más que los números, y enfatiza: “La realidad que empeora más rápido en México es la percepción de lo que sucede”. 
  
PEÑA EN VERACRUZ: CON Y SIN DUARTE
 
Un ejemplo de cómo Peña elude temas polémicos y cuida en extremo su imagen pública, fue el evento que anualmente se organiza en Veracruz con motivo de una nueva generación de cadetes egresados. Por cuestiones de protocolo, el Presidente y el Gobernador tendrían que aparecer juntos, pero no ocurrió así: los separaban tres asientos, que fueron ocupados por dos Almirantes y un funcionario federal de menor rango que el non grato gobernador Javier Duarte. Fue evidente que, por razones de imagen pública, el vapuleado mandatario veracruzano no podía estar al lado del Presidente. 
En otros años, el gobernador pronunciaba unas palabras y era parte integral del evento; esta vez guardó silencio y lo ‘esquinearon’. Lo que es más: en la nota de Presidencia y las fotos que se distribuyeron, desapareció toda huella del gobernador Duarte. Una fina labor de photo shop lo hizo invisible. Cien fotos fueron retocadas. Al otro día, el gobierno saliente de Veracruz envió una nota a los medios nacionales que de manera enfática explicaba: “No hay ruptura con Peña Nieto”. ¿Explicación no pedida, confirmación registrada?
El estilo públicamente elusivo de Peña para con Duarte, revela una falla monumental del quehacer público de un gobernante: pensar que las apariencias sustituyen a la realidad. Así no habrá soluciones, sino postergaciones. Es una acción política comprensible sólo para quienes piensen que el poder debe ser arbitrario en situaciones que perjudican al más poderoso.             
 
MIAMI: 29 MIL 600 DÓLARES 
 
Para completar el cuadro de Peña Nieto vapuleado en las percepciones, nada como la investigación publicada el 8 de agosto por el semanario inglés The Guardian. Ahí se documenta un departamento en Miami, propiedad de Angélica Rivera, esposa del Presidente. Este departamento tenía que pagar impuestos anuales por 29 mil 600 dólares. El pago de impuestos lo efectuó el empresario Ricardo Perstian, declarado amigo de la pareja presidencial. Otro favor que llama la atención, como el del empresario Armando Hinojosa (Grupo Higa) que apareció en la compra/venta de la llamada Casa Blanca. 
El vocero de Presidencia, Eduardo Sánchez, tuvo que salir a tratar de apagar el fuego: el préstamo para pagar impuestos existió, aunque ya se pagó en el tiempo y forma convenidos. No hay documentación de tal aserto; sí hay, en cambio, documentación del pago de impuestos en Miami. Por tanto, se dibuja otro conflicto de interés en el horizonte de Peña, que llega a su cuarto año de gobierno doblegado en su otrora punto fuerte: las percepciones. Señal de que algo marcha muy mal en su gobierno. Sus amigos dicen que es un problema de mala difusión de las obras y acciones. Usted, ¿qué opina?
 
PODER DEGRADADO Y DESEADO 
 
HOY SERÁ presentado en Villahermosa el libro “La trama del poder. Dinero, política y comunicación”, escrito por Socorro Díaz Palacios, periodista, analista política,  ex funcionaria pública y ex legisladora. Fue directora del periódico El Día –la primera mujer en encabezar un diario de circulación nacional-, de 1981 a 1992.  
Este columnista fue invitado para comentar la obra de Socorro Díaz, junto a Francisco Peralta Burelo, en un acto organizado por el Instituto de Administración Pública (IAP), que dirige Ángel Solís, con la presencia de la autora.
Escribió Díaz Palacios: “Este texto tiene el propósito franco de enfrentar el ánimo tan difundido de menospreciar y degradar a poder político, al tiempo que se intenta asaltarlo por todos los medios imaginarios a partir del poder del dinero y del poder instrumental de los medios de comunicación tradicionales y de última generación”.  Le compartiré mis comentarios a “La trama del poder”. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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