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Home Escala Crítica LOS PARTIDOS Y LA CORRUPCIÓN; EL MENSAJE DE LOS ELECTORES

LOS PARTIDOS Y LA CORRUPCIÓN; EL MENSAJE DE LOS ELECTORES

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Inicia el PRI un proceso de posible expulsión contra tres gobernadores
*Son los partidos las instituciones peor calificadas por los ciudadanos
*Peralta Burelo: necesario un cuarto poder, el de la sociedad organizada
 
Víctor M. Sámano Labastida
EN UNA MEDIDA poco común -pero explicable- el Partido Revolucionario Institucional (PRI) inició un proceso que podría terminar con la expulsión de sus filas de cuatro destacados militantes. Son tres gobernadores en funciones a punto de terminar su mandato y un ex gobernador. Se afirma que los cuatro hicieron perder a su partido las elecciones en sus respectivos estados por conductas castigadas en las urnas por los votantes.
Los gobernadores investigados por presunta corrupción y violación a los estatutos del PRI son Javier Duarte, de Veracruz; Roberto Borge, de Quintana Roo, y César Duarte, de Chihuahua. Otro priista que es investigado y sujeto a expulsión es Rodrigo Medina, ex gobernador de Nuevo León.
En Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua, el triunfo electoral fue para el PAN; en Nuevo León para un candidato independiente. .
Podría decirse que la nueva dirigencia del PRI encabezada por Enrique Ochoa busca adelantarse a cualquier proceso que realice la oposición. Con el tiempo veremos si ese partido realizó sus acciones para sancionar en verdad a sus destacados militantes o para protegerlos.
Aunque estando en juego la Presidencia para el 2018, la dirigencia del PRI tendrá que dar muestras creíbles de que también está contra la corrupción. Hay otros expedientes que están todavía por revisar en el PRI, como serían los de Humberto Moreira, Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, entre los ex gobernadores que tienen acusaciones de desvío de recursos.
Para actuar contra políticos de otros partidos, el PRI tiene primero que limpiar su casa. El mismo criterio de revisar expedientes afirma que aplicará Ochoa Reza en el relevo de los dirigentes estatales de su partido. Por lo menos eso se ha comentado en corto durante la gira que actualmente realiza en el país para darse a conocer entre su militancia.
 
EXTREMADAMENTE CORRUPTO
 
EN UN ANÁLISIS publicado en el 2013, México aparecía como uno de los países pero calificado en sus partidos políticos. Según el “Barómetro Global de la Corrupción 2013”, elaborado por Transparencia Internacional (TI) en una escala del uno al cinco, en donde uno es “nada corrupto” y cinco significa “extremadamente corrupto”, las fuerzas políticas en México fueron calificadas por los encuestados con 4.6. Apenas Nigeria estuvo peor, con 4.7; las otras naciones con partidos en la lona son Grecia y Nepal. Aunque de 107 países en 51 los ciudadanos reprueban a estos institutos.
Aunque resulta evidente que el poder desgasta –tanto por la conducta de los protagonistas como por las campañas para deslegitimar a los partidos-, Transparencia Internacional asegura que hay un caldo de cultivo para la corrupción en el manejo de recursos para las campañas electorales. El caso extremo ocurre en naciones como Colombia donde tuvieron que enfrentar el ingreso de dinero del crimen en la promoción de candidatos.
Junto a los partidos políticos, otras instituciones con peores calificaciones han sido la policía con 4.6; los funcionarios públicos, con 4.5 y el sistema judicial, con 4.3. Como bien se decía en la reciente presentación del libro de Socorro Díaz “La trama del poder”, ni el poder político, ni el del dinero ni el de los medios, se salvan del descrédito.
María Amparo Casar, autora del libro “Anatomía de la corrupción” patrocinado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), sostiene que la corrupción es un problema de carácter sistémico en casi la totalidad del cuerpo político en México.
Recuerda en su estudio que el Barómetro Global citado líneas arriba reporta que un 91% ve corrupción en los partidos políticos en México, 90% en la policía mexicana, y 87% en los funcionarios públicos. Esta percepción negativa, explicó Casar, se confirma con encuestas realizadas por Parametría o Consulta Mitofsky.
Sin embargo, como escribió Rubén Valenzuela en El Financiero (06/III/2016), “un cambio fundamental de la cultura política ciudadana está relacionado con la manera de valorar la relación entre los políticos y la corrupción. En México, hace menos de 20 años, se asumía que todos los políticos eran corruptos, que no podían ser de otra manera” y sólo se esperaba que aunque robaran hicieran cosas positivas.
Esta especie de fatalismo, que no ignoraba el ejemplo de excepciones honestas, se ha roto y ahora los ciudadanos han aprendido que pueden castigar 
no sólo a los políticos corruptos, sino también a las malas administraciones. Los dirigentes de los partidos –algunos- parecen haber recibido los mensajes de las urnas. El tiempo dirá si las respuestas son simulación o verdaderos actos de auto contención para su sobrevivencia.
 
DÉFICIT DEMOCRÁTICO
HAY UN CUARTO poder en ciernes, el del ciudadano, “que lentamente ha ido avanzando y afianzándose”, cuyo fortalecimiento “vendría a hacer menor el déficit democrático en nuestro país y mayores los equilibrios de la sociedad de estos tiempos”, afirmó Francisco Peralta Burelo durante la presentación en Villahermosa del libro “La trama del poder”, escrito por Socorro Díaz Palacios. Este columnista, le referí ayer, tuvo oportunidad de participar como comentarista en el evento organizado por el Instituto de Administración Pública (IAP).
Como le ofrecí, en esta entrega menciono brevemente algunas de las reflexiones de Peralta Burelo, quien se ocupó de la parte relativa al poder político en una obra que analiza también a los poderes del dinero y de la comunicación.
Dijo el también ex presidente del Concejo Municipal que cuando el naciente poder se consolide a nuestro país, a México, le irá mejor. “De allí la importancia –sostuvo- de construir ciudadanía,  impulsando el surgimiento del poder ciudadano, del poder de la gente, del poder del pueblo, del poder de la sociedad”.
Peralta Burelo resumió varios ejemplos de la obra de Díaz Palacios en relación al poder político y recordó –para los tiempos actuales- la afirmación de la autora que “hay algo peor que los políticos profesionales; los políticos no profesionales”.
En síntesis, mencionó y en eso coincidimos, el libro “La trama del poder” es un alegato documentado respecto a la importancia del poder político sometido al escrutinio ciudadano para regular el uso de los poderes: el del dinero y el que se ejerce sobre las conciencias. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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