Escala Crítica/Columna diaria
*Regreso a clases, se reaviva el conflicto, padecen los escolares
*Una doble mesa: arreglos impublicables, la ley que no aplica
*El riesgo para dos presidenciables: Osorio y Nuño, bajo fuego
Víctor M. Sámano Labastida
EN ESTE espacio le comentamos que uno de los errores elementales al intentar la llamada reforma educativa –que finalmente se reconoció como reforma laboral en el sector- fue querer imponerla a corto plazo. Una reforma educativa tiene que ser de largo aliento, modificando con plan y método cada uno de sus componentes, pero también con un objetivo compartido: ¿educación para qué y cómo? Otros intentos han llevado años, trascendido sexenios.
El gobierno federal entendió tarde, y esperemos que bien, su error de principio que sólo exacerbó la confrontación en un terreno en el que demostró carecer de operadores y de autoridad. Ahora promueve el debate de un “modelo educativo”. Tiene que ser auténtico, de lo contrario tendrá pesados costos.
Hoy comienza el nuevo ciclo escolar. Echemos una mirada para ver cómo se encuentra la relación del gobierno federal con la CNTE, su principal adversario. Dejemos dicho también que en Tabasco hay circunstancias históricas distintas; aquí la Coordinadora tiene una expresión muy reducida y la representación magisterial se dispersa en por lo menos cuatro agrupaciones más. De la misma forma, el proceso de descentralización educativa de los ochenta tuvo en Tabasco características distintas a lugares como Oaxaca y Chiapas.
LAS NEGOCIACIONES entre la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), arrojan un cero en conducta. Peligroso para la república: las fintas discursivas se anteponen a los datos sobre acuerdos y divergencias. Resultado: no hay una comunicación pública confiable.
El procedimiento es el siguiente: a) al término de cada mesa de diálogo, ambas partes emiten comunicados que eluden lo sustancial, como si los arreglos fueran impublicables. Mientras tanto, b) se suscitan hechos públicos significativos que debieron formar parte de esas mesas de diálogo, y c) aparece la desinformación y la atmósfera política, de por sí enrarecida, se hace más densa.
Si la dinámica Segob/CNTE sigue así los desencuentros ganarán, con la clase empresarial que alza la voz para “exigir la aplicación de la ley con el uso de la fuerza”.
En el encuentro más reciente, el 16 de agosto, cada quien jaló para su esquina. Por parte de los maestros, se dijo que “hubo cerrazón del gobierno, que no tiene voluntad política para resolver el conflicto educativo”. Por el gobierno, se pidió a los maestros “meditar y reflexionar como gremio, para volver a clases el lunes 22”. Hoy inicia el ciclo escolar.
Veamos lo sucedido, sobre todo lo que no es materia de pronunciamientos públicos.
DE LA CÁRCEL A LA MESA
EN EL ENCUENTRO del 16 de agosto, acudieron por primera vez dos personajes significativos de lo que se discute tras bambalinas. Ninguna de las partes explicó por qué esas nuevas caras. Dominaron las fintas y la confusión.
El primer personaje es Rubén Núñez, líder magisterial de la CNTE Oaxaca, libre luego de estar preso 2 meses por “operaciones con recursos de procedencia ilícita, por el orden de 132 millones de pesos”, según la PGR. La CNTE, por supuesto, lo consideró un preso político y exigió su libertad desde el 13 de junio, un día después de su detención. Se le acusaba de “incitación a la violencia, intento de homicidio, bloqueo de vías de comunicación, malversación de fondos y lavado de dinero”. No fue procesado por esos cargos, pero llama la atención que el Juez que lo liberó le prohibiera “participar en eventos políticos”, garantía constitucional si está libre en territorio mexicano y no es extranjero. Como curiosidad jurídica, habría que ver la definición legal de lo que es un ‘evento político’, porque la mesa en Gobernación donde ya participó el liberado sin duda es un evento político. Varios comentaristas para suavizar el choque gobierno/CNTE, explicaron con ironía: “Se trata de un evento laboral”.
CAMPA, NOCHIXTLÁN…
EL SEGUNDO nueva aparición en la mesa Segob/CNTE es Roberto Campa, subsecretario de gobernación para la atención de derechos humanos. Esto lleva a un punto que no está públicamente en la agenda de la mesa, pero que se discute en lo oscurito: los hechos violentos del 19 de junio en Nochixtlán Oaxaca, donde murieron 6 civiles y 65 resultaron heridos, 15 de ellos por herida de bala; en esa refriega resultaron heridos 14 policías estatales y 43 policías federales. No es casualidad la presencia de Campa, dado que en estos días la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) informó que policías federales sí accionaron armas en Nochixtlán, negado por quienes coordinaron el operativo policíaco que –se supone- intentaba controlar a una turba de civiles. Con los derechos humanos en el centro de la escena, Campa es un engranaje oficial hacia las dos partes en conflicto. De hecho, se conoció que Campa fue parte de la mesa por unas imágenes distribuidas en vídeo, no por una información directa de Gobernación. Mala política de comunicación, sin duda.
Las vacaciones de verano terminan y la CNTE logra dos objetivos de los tres que planteó: liberación de sus líderes y cancelación de los descuentos por días no trabajados. El tercer objetivo era imposible: derogación de la reforma educativa. Hasta López Obrador reconoció que ese camino es intransitable. Mientras tanto, Gobernación concede sin reconocer en público y amaga dureza “porque el tiempo se agota”. Sus representantes se vieron lentos ante la CNTE en temporada vacacional. Con el retorno a clases, el choque parece inminente: Gobernación los quiere en las aulas, mientras la CNTE retoma la palabra ‘derogación’ en su vocabulario. Cuando negociaban lo negociable, abandonaron esa palabra. Saben jugar en lo oscuro, con 40 años de experiencia en movilizaciones; el gobierno va a la mesa sin estrategia coherente, mientras Nochixtlán representa lo que no debe pasar de nuevo. Si los arreglos impublicables persisten, la confianza seguirá de vacaciones entre los actores sociales. Otro laberinto para México. Otro dolor de cabeza para dos delfines de Peña Nieto rumbo al 2018: Osorio Chong y Aurelio nuño están bajo el acoso del salinismo, dicen.
AL MARGEN
LA FALTA de protocolos en el uso de la fuerza no sólo se evidenció en Nochixtlán y Tlatlaya, ahora Tanhuato representa un aprieto: violar la ley contra quienes violan la ley convierte a estos en víctimas. (
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