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*Política de lo inmediato; gobernar para los reflectores

*Aroma de Los Pinos: pedigrí salinista y mitos de la TV

*Se acaba el tiempo, las debilidades de la sucesión 

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

EL CUARTO informe del presidente Enrique Peña Nieto no tuvo la mejor escenografía. La invitación a México del candidato del Partido Republicano de Estados Unidos, Donald Trump, fue un error. Resulta inexplicable es por qué el más agresivo candidato estadounidenses fue recibido con honores. Aunque la oficina de la Presidencia explicó que los dos candidatos para competir en las elecciones de noviembre, tanto Trump como Hillary Clinton fueron invitados, fue el republicano quien sacó mayor ventaja de este encuentro. 

Los dos políticos están remando contra las encuestas. Los dos están a la caza de reflectores. El balance acumula negativos.

Hemos hablado aquí de las diferencias entre corto plazo y largo plazo en los tiempos políticos. Se ha señalado la crucial diferencia entre coyuntura y contexto de los sucesos públicos. Los pocos políticos responsables observan la coyuntura, pero no actúan sólo para la coyuntura: diseñan decisiones racionales en torno al futuro de la sociedad que por consenso les delega autoridad y poder. De entre esos políticos responsables, surgen excepciones: estadistas que marcan la historia de un país por su visión de largo plazo, más allá de la coyuntura. 

La coyuntura es el pan y la sal de políticos que viven el corto plazo como concurso de popularidad para entregar resultados inmediatos cueste lo que cueste. En esa danza de ambiciones y acciones cortoplacistas, los políticos olvidan el contexto: todo lo que rodea un hecho y permite discernir lo que se juega en el largo plazo, a partir de una decisión política determinada. Viven al día.         

Dicho lo anterior, planteo al lector lo siguiente: Enrique Peña Nieto, en su cuarto año como presidente de México, obtiene un balance negativo en coyuntura y en contexto. Veamos ambos frentes de un atribulado mandatario, que ha sido pesado en la balanza de la opinión pública y ha sido encontrado deficiente por sus hechos. 

CONTEXTO POLÍTICO EN FOTOS 

LAS DOS FOTOS circularon en el semanario Proceso en 2010, datan del 2007 y se titularon “aroma de poder”. En la primera aparecen abrazados Peña Nieto, el “innombrable” Carlos Salinas, así como Mario Vázquez Raña, empresario periodístico y por décadas siniestro dirigente nacional del deporte. Es una foto que, truqueada, desaparece a Vázquez Raña del centro para que sólo se observen abrazados Peña y Salinas. Un twitter de López Obrador así la manejó, “para evidenciar a la mafia del poder”. El dudoso pedigrí político de EPN cobra forma de documento público, porque curiosamente no se conocen declaraciones de Peña sobre Salinas. Vez tras vez, en sus entrevistas, ha declinado referirse al tema. 

La segunda foto es más interesante: Peña comparte mesa con Salinas y el excandidato presidencial panista/abogado Diego Fernández de Cevallos. Se trató de un evento social de alto rango: la boda de la hija de Manlio Fabio Beltrones, quien fungía como coordinador parlamentario del PRI (ahora Pablo Escudero, yerno de Beltrones y diputado del Partido Verde es presidente del Senado mexicano). De hecho, hay quienes dicen que existe la foto Peña/Salinas/Diego/Manlio y quizás es probable porque el anfitrión era Manlio, hoy defenestrado exdirigente nacional del PRI, aunque no fuera de la grilla. 

De ese evento del ‘mundo político’ se supo por primera vez en una charla del perredista Carlos Navarrete con Carmen Arístegui. En ese entonces coordinador del sol azteca en el Senado, Navarrete contó que “Salinas fue insistente y presentaba a Peña como un político de brillante porvenir”. Profecía ambivalente y delicada, Peña llegó a Los Pinos pero el costo que ha pagado México ha sido “un porvenir sin lustre”.          

CANAL DE MITOS URBANOS  

SUBIDO en la coyuntura de los cambios de programación periodística, el accionista mayoritario de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, se desmarcó de Peña Nieto, el político más placeado por dicha empresa en horarios estelares: “Los medios no construyen presidentes. Eso forma parte de un mito urbano”. Las palabras de Azcárraga se sitúan en el contexto del desplome de la popularidad de Peña. No quiere el hijo del Tigre que la lumbre del descrédito de Peña le llegue a los aparejos de su cobertura informativa (23% de aceptación, el mínimo histórico para un presidente mexicano), pero es tarde para un deslinde: Televisa encadenó su credibilidad a la de Peña. Van en el mismo barco y Azcárraga se quiso bajar. Sus palabras fueron casi un plagio a la respuesta de Peña a López Obrador en un debate presidencial, cuando el tabasqueño habló del abuso de tiempos en la exposición mediática de Peña: “Los medios no construyen presidentes. Si los medios construyeran presidentes, usted sería presidente”, respondió Peña, apelando a una igualdad de tiempos mediáticos entre ambos. Lo que olvidó Peña en esa ocasión fue el detalle de las tendencias en la cobertura mediática de los dos políticos: 80% de notas positivas para Peña en Televisa, y 30% para AMLO. La construcción de una imagen política con parada en Los Pinos ya estaba en marcha, Gaviota incluida.     

Coyuntura y contexto persiguen los afanes de Peña y le pasan factura. Un ejemplo: su equipo se declara incomprendido por las 12 reformas estructurales con beneficios a largo plazo para la población, aunque ya obtienen ganancias suculentas las empresas privadas que se benefician de contratos públicos en el sector energético y de comunicaciones. Justo es decir que las promocionaron como reformas exitosas en el corto plazo. 

Otro ejemplo: el cambio de formato del mensaje presidencial, interacción con 360 jóvenes seleccionados, no se parece a la decisión que tomó en el Estado de México, en sus primeros tres años como gobernador (2005-2008): debate abierto con los legisladores del  congreso mexiquense. Eran otros tiempos: Peña necesitaba reflectores, pero sin riesgos. Ahora, Peña presidente no se acuerda del debate con legisladores. La estadística no es lo mismo que un estadista. 

AL MARGEN

SE ABRE el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones del Congreso local. Será determinante para los proyectos legislativos del actual régimen. El año próximo lo que viene es el comienzo de la carrea hacia el 2018. El presidente de la mesa directiva, Marcos Rosendo Medina encontrará unas bancadas en proceso de reacomodo. El año cerrará con una fracción priista disminuida. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )