Escala Crítica/Columna diaria
*Prevén más de 15 mil millones, para diputados y senadores
*También rebasarán los 15 mil millones para INE y partidos
*Peña Nieto: la adelantada batalla por la candidatura del 2018
Víctor M. Sámano Labastida
COMO era previsible, uno de los aspectos más criticados en el proyecto de presupuesto federal es que mientras se prevén drásticos recortes en salud, educación e infraestructura, no sólo se mantienen sino incrementan los recursos para los diputados, senadores, consejeros electorales y magistrados. Estos segmentos ha sido año tras año ampliamente favorecidos en la asignación de financiamiento, incluidos los partidos.
El presupuesto del 2017 elaborado por el equipo de Luis Videgaray y que tendrá que defender el equipo de José Antonio Meade Kuribreña, prevé que los diputados y senadores tenga un incremento de 986 millones de pesos en sus gastos, a pesar del tijeretazo en otros rubros. De esta forma, los legisladores dispondrían de 15 mil 88 millones 510 mil pesos durante el año próximo.
Los 500 diputados federales -300 de mayoría y 200 plurinominales- tendría en total 7 mil 985 millones de pesos; los senadores -64 de mayoría, 32 de primera minoría y 32 de representación proporcional-, podrán hacer uso de 4 mil 760 millones, si se aprueba el proyecto presupuestal. La Auditoría Superior de la Federación, tiene previsto 2 mil 275 millones. Aparte se cuece la Secretaría de la Función Pública, antes Contraloría.
Pero sin duda que quienes gozan de mayores privilegios y un trato extraordinario son los consejeros electorales del INE y los integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPFJ). Frente al recorte en salud, educación, subsidios a los pobres, este último segmento de la burocracia podría contar con 3 mil 125 millones de pesos.
De acuerdo a la propuesta de la Secretaría de Hacienda, los magistrados podrán tener salarios brutos hasta de 358 mil pesos mensuales, más de 4 millones 303 mil pesos anuales, entre salario y prestaciones oficiales.
Por su parte, los consejeros del INE no tienen motivo de preocupación: su tope máximo de ingresos sería de 249 mil 547 pesos mensuales, incluyendo prestaciones en efectivo y en especie. En total el INE tiene previsto disponer de 15 mil 371.1 millones de pesos, aunque sólo atenderán cuatro procesos electorales: en el estado de México, Coahuila, Nayarit (estos tres con votación para gubernaturas) y Veracruz.
Un argumento a favor de la amplia disponibilidad de recursos podría ser que en octubre del 2017 arranca el proceso electoral rumbo a las presidenciales, pero a los ojos de la población los costos siguen siendo muy altos a pesar de las reformas. O por las reformas.
Algo similar sucederá en Tabasco donde seguramente se ampliarán los presupuestos para la Cámara de Diputados. Donde localmente habrá un mayor cuestionamiento es en los recursos que se destinen al Instituto Electoral. Los motivos son obvios.
LA SOLEDAD DE LOS PINOS
DENTRO y fuera del país ven a un Presidente de la República sumamente frágil, cuyo círculo de apoyo es cada vez más reducido. La tesis de Andrés Manuel López Obrador es que el grupo de Carlos Salinas de Gortari busca desplazar a Enrique Peña Nieto, debilitado por sus propios errores y por las presiones internas y externas. Según ha conversado con sus cercanos el aspirante presidencial, y ahora lo expresó públicamente, el salinismo busca apoderarse de los mecanismos para designar candidato del 2018 jugando las cartas del PRI y del PAN.
Argumenta López Obrador: “los de la mafia ya que lo soltaron, dejaron caer a Peña, pero buscan la forma, traman cómo van a imponer a otro, para que no se den los cambios, para que Morena no llegue al 2018”.
Según el líder de Morena, hay ocho precandidatos de donde saldrá quien se le opondrá en los comicios presidenciales y a todos los coloca en el mismo plan antiobradorista: Miguel Ángel Osorio Chong, José Antonio Meade, Aurelio Nuño y Claudia Ruiz Massieu (PRI); Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle (PAN); Miguel Mancera (PRD) y Jaime Rodríguez (independiente). Aún no considera a Ricardo Anaya, el joven dirigente del PAN que fortaleció su “proyecto presidencial” al ganar siete gubernaturas en una sola jornada electoral, según estimó Álvaro Delgado (agencia APRO-Proceso).
Como se ha observado, AMLO mantendrá su estrategia de polarizar las opciones políticas para colocar al votante ante sólo dos caminos: Morena (el cambio) o “la mafia del poder” (la continuidad). Por eso primero se dio a la tarea de desgastar al PRD y debilitar a Peña. Se entiende, porque los comicios del 2018 tendrán una especie de segunda vuelta informal: antes de las votaciones, los aspirantes jugarán al “voto útil”, de manera que se realicen de hecho alianzas para evitar la victoria de quien consideren el enemigo a vencer o quien se presenta como tal. Sucedió en el 2000, con Vicente Fox; en el 2006 con Felipe Calderón y en el 2012 con Enrique Peña, frente a Cuauhtémoc Cárdenas y después López Obrador.
Sin embargo, podría decirse que la construcción de las alianzas, coaliciones, bloques, ha comenzado. De ahí también que el discurso lopezobradorista oscile entre la confrontación y la conciliación. Es también la razón por la que decidió que tampoco le conviene un Enrique Peña debilitado al extremo. La interrogante es si esa moderación del discurso la llevará a los estados y respecto a partidos o fuerzas eventualmente aliadas, porque aunque la política del país sigue girando en torno a la figura presidencial, los gobernadores, su fortaleza o debilidad, también cuentan.
AL MARGEN
EL 27 DE ENERO de 1994, Carlos Salinas de Gortari dijo a los priistas: “No se hagan bolas, el candidato es (Luis Donaldo) Colosio”. Esta frase fue retomada por Enrique Peña Nieto el 22 de agosto de 2011, siendo gobernador del Estado de México y cuando se preveía una competencia con el entonces líder del Senado, Manlio Fabio Beltrones, por la candidatura presidencial del tricolor: “No se hagan bolas, vayamos unidos, cuidemos la unidad”. ¿Quién retomará esta frase rumbo al 2018? Hay quienes confunden las alianzas precisamente con “hacer bola”.
NO SE DESCARTÓ el nuevo titular de Hacienda, José Antonio Meade, para el 2018: “Yo he dicho siempre, siempre lo he pensado así en cada desempeño que he tenido, que mi conjunto de oportunidades será en función de cómo vaya siendo mi desempeño”. Hay quienes lo ven como la “carta-puente” entre un sector del PRI y el PAN debido a que Meade ha sido miembro del gabinete en las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. (
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