Escala Crítica/Columna diaria
*Combate a la delincuencia, faltan recursos y estrategia integral
*Clinton/Trump, primer asalto; PEÑA, AMLO y Zavala, en guardia
*Un panorama complejo; atender la economía más que la política
Víctor M. Sámano Labastida
EL PERIODISTA vive jornadas tensas cuando en el espacio público los temas se acumulan: hay demasiada tela de dónde cortar. Se tiene que elegir y no es fácil: el panorama político se expande, mientras la escritura periodística comprime. Elegir es no sólo incluir, sino también dejar fuera. Una solución a la mano es algunas veces el tono misceláneo, pertinente por su nivel de síntesis y agilidad para registrar los temas significativos. Eso intentamos en esta Escala Crítica, amable y paciente lector.
Por supuesto que sin ignorar que para Tabasco los asuntos del desempleo, la inseguridad, el recorte presupuestal en puerta y la caída de la actividad petrolera, son cuestiones que se entrecruzan y presionan la actividad gubernamental.
GUARDIANES Y MERMAS
EN EL PRESUPUESTO federal para 2017, los recortes impactan las áreas de seguridad nacional y combate al crimen organizado: 20% menos que el total destinado en 2016, y un 65% menos acumulado con relación a 2015. Mientras tanto, el índice de delitos violentos ha crecido 7% en 2015 y 17% en lo que va de 2016 (datos del portal electrónico Animal Político, septiembre 25). Un salto al vacío en el combate a la delincuencia y protección de la seguridad nacional. A ese recorte presupuestal lo acompañan estrategias aisladas de vigilancia, con un divorcio logístico evidente entre Estados y Federación (¿y el mando único?, sigue atorado en el limbo de las negociaciones partidistas), según lo reportado por la CNDH al investigar atropellos policíacos en Jalisco, Edomex, Guerrero y Michoacán.
No es casual que se repita la dosis de menos recursos para los estados. ¿Resultado? El sexenio peñista –lamentablemente- terminará sin una estrategia integral de seguridad y combate a la delincuencia. Otra promesa rota. Recuérdese que desde el inicio del gobierno de Felipe Calderón, hace casi diez años, el combate a la delincuencia se puso como prioridad en la agenda.
ZAVALA Y AMLO, EN SOMBRA
UNA NOTA del portal de Proceso (septiembre 26), registra que Margarita Zavala y Felipe Calderón fueron increpados por un comensal en un café de Ciudad Juárez, Chihuahua: “Calderón y su esposa no son bienvenidos en Juárez”, gritó el comensal. Luego del incidente, la candidata del PAN mejor posicionada en las encuestas por su partido, comentó de forma desafortunada para su causa: “somos personas diferentes y buscaré borrar ese estigma”, el de su esposo expresidente, porque “mi esposo y yo no somos lo mismo”. Esta errática declaración la tomó de botepronto Andrés Manuel López Obrador, quien enfatizó: “de antología lo dicho por la señora Zavala: ‘buscaré borrar ese estigma’ de ser la esposa de Calderón. Me recordó a Monsi”, en alusión a Por Mi Madre, Bohemios, columna firmada por Carlos Monsiváis que coleccionaba frases políticas torpes e incoherentes.
El intercambio de declaraciones siguió con Zavala equiparando a AMLO con Donald Trump “por el discurso del odio”. Veremos más episodios de este tipo conforme se acerque el 2018. Pueden ser anécdotas sin mayor significado, apenas rounds de sombra, pero revelan la intensa competencia política que ya se vive. La lupa mediática será implacable en torno a los presidenciables y cualquier resbalón puede costar caro.
HILLARY, GANADORA POCO POPULAR
A LA MITAD del debate –primero de tres- celebrado entre Hillary Clinton y Donald Trump, ya había un ganador: con lecciones contextuales bien aprendidas y aplicadas, Hillary exhibió la ignorancia geopolítica de Trump. Fue sintomático que los medios televisivos más influyentes de Estados Unidos (CNN, FOX, NBC, ABC) no esperasen el final del debate para anunciar a la triunfadora. México apareció en el debate como ogro del libre comercio: Trump se quejó “del peor acuerdo económico y comercial en la historia de nuestro pueblo”.
Hillary se mantuvo tranquila ante los ataques y contratacó con hechos, como cuando estableció que Trump tenía una deuda bancaria de 650 millones de dólares y que eso no es una buena señal de empresario exitoso. Trump no desmintió el dato y se limitó a decir que “650 millones de dólares no son mucho”. Similar salida hacia el silencio tuvo Trump cuando Hillary le recordó que estuvo involucrado en dos demandas por discriminación racial en los años 70s, o que ha llamado ‘puercas’ a las mujeres. Trump se lanzó con todo cuando mencionó que Hillary “junto con otros políticos demócratas, hablan mucho sobre libertad, pero no hacen nada y dejan solo al pueblo”.
También le reprochó políticas económicas recesivas de su marido, el expresidente William Clinton, lo mismo que “30 años de cargos públicos sin lograr resultados”. Hillary mantuvo la calma: “Mi esposo hizo bastante buen trabajo, y yo me he preparado como tú no lo has hecho para ser presidente”. Sí, el debate fue efectista. Más interesante fue la audiencia del debate, calculada en 100 millones de personas en EEUU, récord para este tipo de eventos. Y los votantes verán dos debates más en octubre para decidir el destino de la elección presidencial.
Por lo pronto, en este primer encuentro cara a cara, vimos la diferencia entre una imagen forjada por la mercadotecnia y una mujer dedicada a la política.
SOLO A LA MITAD DEL FORO
VIRAJES de la política y el momento mexicano en el mundo: en febrero de 2014, antes de Ayotzinapa y la Casa Blanca, Peña en la cresta de la ola tuvo agenda llena en Nueva York. Hace una semana, en el mismo Nueva York, Peña estuvo en la ONU y sólo pudo concertar cita con un gobernante de la isla de Myanmar. El equipo de Peña buscó a Hillary, para revertir la polémica visita de Trump. Nada pasó. En política, nada es mucho.
Y aún falta un tramo escabroso por lo que le espera al país en el 2017. Hay observadores políticos que sugieren buscar la manera de evitar un mayor desgaste a Peña Nieto; colocarlo contra la pared puede ser riesgoso. Es necesario mantener la salida de las urnas.
AL MARGEN
LO DICHO, el golpe presupuestal en Tabasco podría ser muy grave. El gobernador Núñez lo calcula en 2 mil 327 millones de pesos, pero además se disminuye el gasto de la federación, así como el déficit que se trae desde el 2008 con la reforma fiscal y el impacto de la baja actividad petrolera. (
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