Escala Crítica/Columna diaria
*Javier Duarte, primer gobernador enjuiciado por su propio partido
*Caja de Pandora: César Duarte, Roberto Borge y Rodrigo Medina
*Ciudad del Carmen, en camino de ser otra Poza Rica post petrolera
Víctor M. Sámano Labastida
LOS PARTIDOS van contra el tiempo. Aunque las elecciones presidenciales serán hasta mediados del 2018, bien mirado el proceso se observa que las prisas ya alcanzaron a los que luchan por el poder. Las votaciones del Estado de México para el año próximo, están obligando a definir estrategias en cuanto alianzas entre los grupos interpartidistas para pactar candidaturas y entre partidos. Especialmente para el PAN y PRD significa definir si van juntos en Edomex casi en automático estaría anunciado un frente común para el 2018…A menos que los solaztequistas se decidan cruzar el frágil puente hacia Morena.
Como parte de sus ajustes para un control de daños y para tratar de recuperar terreno, la nueva dirigencia del PRI encabezada por Enrique Ochoa Reza, asumió el discurso del combate a la corrupción. Tanto los priistas como el gobierno federal tienen en contra los costos del desgaste de la credibilidad. Las elecciones de junio en 14 estados del país, en 12 de ellos para gobernadores, fueron el termómetro de la nociva fiebre que afecta al tricolor: sus gobiernos y partido sancionado en las urnas. El PAN, primer beneficiado.
UN BALAZO EN EL PIE
PRECISAMENTE para tratar de darle credibilidad al discurso contra la corrupción, el nuevo presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, dio luz verde a una serie de procesos en contra de tres gobernadores en funciones: el de Veracruz, Javier Duarte, el de Quintana Roo, Roberto Borge, y el de Chihuahua, César Duarte. Aunque ahora sólo el veracruzano Duarte sigue en el gobierno; los otros dos ya fueron relevados.
En la misma circunstancia de enfrentar acusaciones de corrupción, desvío de recursos y afectar la imagen del PRI por su desempeño en el poder está Rodrigo Medina, ex gobernador de Nuevo León. Aunque todo parecía que el tema se quedaría en ruidosas declaraciones –y así lo recomendaban algunos viejos priistas-, con el inicio de la expulsión de las filas partidistas Javier Duarte y seis de sus colaboradores también militantes, las cosas toman otro rumbo.
Es cierto que el propio Enrique Ochoa no se ha salvado de las críticas, sobre todo porque recibió una liquidación aparentemente indebida después de ser director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). De acuerdo a informaciones documentadas, el actual dirigente del tricolor recibió un millón 200 mil pesos de indemnización por dos años de labores, a pesar de que no fue suspendido sino que renunció. Es una campaña dolosa, dice Ochoa quien es presionado para que por lo menos devuelva o done ese dinero que puede ser legal (la legalidad en la CFE es muy benigna).
Pero aun así, la noticia es que el PRI nacional decidió iniciar un proceso de expulsión en contra del gobernador Javier Duarte y seis de sus colaboradores. La Comisión de Justicia Partidaria de ese instituto tiene un expediente en el que se acusa al mandatario veracruzano de haber cometido actos de corrupción, registrar empresas fantasma para entregar contratos millonarios de obras y servicios no realizados.
Aunque no hay todavía una resolución de autoridad –lo que le da ventaja a Duarte para defenderse por lo irregular del proceso-, en principio el PRI lo suspendió de sus derechos políticos; un primer paso para su expulsión. De hecho, es el primer proceso de expulsión de un gobernador en funciones en la historia del PRI. Se establecería un precedente que puede tener un alto costo para el tricolor.
Como anotamos líneas arriba, otros ex gobernadores que podrían ser expulsados son Rodrigo Medina, de Nuevo León, César Duarte de Chihuahua y Roberto Borge de Quintana Roo. En los propios pasillos del PRI se ha dicho que con este criterio también podrían ser expulsados Andrés Granier (Tabasco), Eugenio Hernández y Tomás Yarrington (Tamaulipas), Humberto Moreira (Coahuila), Mario Villanueva (Quintana Roo), entre los más señalados. Sin contar con sus ex colaboradores también militantes del tricolor.
Aunque lo que parece determinante en el caso más reciente de Javier Duarte y César Duarte, Roberto Borge y Rodrigo Medina es que para su mala fortuna perdieron las elecciones y el gobierno pasó a manos de la oposición. Esto hace pensar que la dirigencia nacional del PRI quiere anticiparse a lo que pasó en Tabasco, donde la llegada al poder de un partido opositor abrió las puertas para una demanda penal contra el mandatario saliente.
Sea una medida preventiva, o sea un cambio radical en la conducta de un partido, la acción contra los Duarte, Borge y Medina ya comenzó a dar dolores de cabeza a Enrique Ochoa. Y le pasarán la factura a Peña Nieto.
PEMEX: EL GOZO AL POZO
COMO usted habrá escuchado, los estados petroleros de Tabasco y Chiapas son los más afectados por la crisis de empleos e inversiones. Aunque Tabasco ocupa el primer lugar en desempleo, Campeche padece también una drástica caída en las ofertas laborales.
De acuerdo a un reporte del diario La Jornada, se calcula que entre 2014 y 2016 en el vecino estado de Campeche se perdieron unos 34 mil empleos por la caída en la actividad petrolera. Aunque los dirigentes empresariales de aquella entidad estiman que esta crisis durará unos dos años más, en realidad estamos ante una situación similar a la de Tabasco y a la de todo el país: los viejos tiempos de la bonanza petrolera no volverán.
Aunque para Campeche se anuncia un ambicioso programa de maquiladoras, el gobierno y los empresarios de aquella entidad –al igual que sucede en Tabasco- solicitaron que se prolongue y amplíe el Plan de Reactivación Económica anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto.
Donde más se resiente esta crisis es Ciudad del Carmen. Tan sólo las empresas privadas dedicadas a las actividades petroleras despidieron a unos 11 mil trabajadores. Pemex despidió allí unos diez mil empleados. Los efectos son evidentes: cierre de hoteles, caída en la demanda de servicios, especialmente restaurantes y centros de diversión.
El descubrimiento de los yacimientos de la Cantarell colocaron a esa entidad en primer lugar nacional en la extracción de petróleo. Ahora se pelea con Tabasco los primeros lugares en desempleo.
AL MARGEN
Durante más de 30 años Tabasco tuvo un trato privilegiado en el reparto de recursos federales. Ahora, a los más de 5 mil millones que pierde anualmente desde 2008 pretenden recortarle unos dos mil 300 millones de pesos. ¿Responderán los diputados? (
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