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Home Escala Crítica VERACRUZ EN ESCOMBROS, DUARTE EN RETIRADA; TABASCO, EN GUARDIA

VERACRUZ EN ESCOMBROS, DUARTE EN RETIRADA; TABASCO, EN GUARDIA

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Una licencia a destiempo, ¿para castigar o para proteger?
*La “pacificación” de Veracruz, un riesgo para sus vecinos
*Sombras de Alemán y Herrera; la alternancia descobija
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
EL VECINO estado de Veracruz se ha convertido en un laboratorio. Javier Duarte fue presentado como una joven promesa de gobierno y ejemplo de renovación del PRI, junto a César Duarte y Roberto Borge. La nueva dirigencia de Enrique Ochoa Reza decidió descobijarlo, abrirle un proceso y obligarlo a pedir licencia.
Puede haber plan con maña para que no sea la oposición la que enjuicie. Pero las luces de alerta se encienden en Tabasco: al retiro de Duarte seguirá una acción intensiva de policías federales, fuerzas militares y navales en una entidad bajo el fuego cruzado de las bandas del crimen organizado. Es tiempo de mirar hacia Huimanguillo. 
Como se dibujó en los últimos 4 años y se acentuó desde el junio electoral, Veracruz es pasto verde para la multiplicación de los conflictos: políticos, económicos y sociales. La licencia del auditado gobernador Javier Duarte, siembra más interrogantes de las que resuelve. El escenario económico veracruzano es desolador: ¿quién pagará las deudas acumuladas, a contratistas y empresarios?, ¿quién pagará salarios caídos, bonos y otras prestaciones a funcionarios del poder judicial, empleados de museos, maestros y burócratas, que son multitud en las calles? Un titular principal del siempre moderado Diario de Xalapa (lunes 10 de octubre), consignó: “Los empresarios, sin esperanza de pago”. 
El tono cambió. Mientras tanto, se intensificaron los bloqueos por protestas contra el gobierno de Duarte en carreteras federales, el centro de la ciudad capital, Xalapa, y el puerto de Veracruz. La movilización ciudadana, de trabajadores y empresarios, sorprende en una entidad otrora disciplinada y subordinada al viejo régimen dominado por el PRI. Veracruz es visto ahora como un espejo de la ruina que le cargan a Peña Nieto.
Veamos con detalle la problemática de un estado muy cercano y entrañablemente unido a Tabasco, estratégico en varios sentidos para la nación. Allí donde un gobierno ebrio de soberbia sembró vientos y cosecha tempestades.               
  
EL FANTASMA DE LA ÓPERA
 
EL GOBERNADOR electo Miguel Ángel Yunes Linares afirma que su administración no pagará las deudas de Duarte ni renegociará lo que no contrataron. “Trabajaremos para el futuro, no para encubrir el pasado”, sostiene. Por esta razón, más la licencia de Duarte, crece la incertidumbre jarocha a ritmo frenético: ¿qué hará en 48 días el ahora gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, antes secretario de gobierno del licenciante? Designado en fast track por 7 de 10 diputados de la Comisión Permanente del Congreso, Flavino es golondrina que no hará verano. Por cierto, los diputados veracruzanos son 50. Falta, sin duda, una ‘cumbre’ estatal y federal de mucho oficio político para destrabar el conflicto. 
Duarte se despidió en un mensaje de 3 minutos 49 segundos. La brevedad se agradece. Tenía prisa ahora sí. Dijo que se va “por amor a Veracruz”, faltaba más,  y que “otros tienen cuentas pendientes con la justicia”, en referencia a Yunes por supuestas riquezas mal habidas. Pero los hechos corren en otra dirección: las auditorías son para Duarte, y 15 empresas investigadas por la PGR forman parte de su entorno de gobierno como modus operandi: compra de insumos a empresas fantasma. 
Ya hay un primer detenido: Victorino Benítez Márquez, administrador único de la empresa Bienart, proveedora consentida de Duarte. Quedan 7 “vinculaciones a proceso” por ejecutar desde la PGR, contra otros empresarios, más 32 indagatorias por desahogar. Mucho trabajo en puerta, con revisiones fiscales exhaustivas.                       
SOMBRAS DEL PASADO     
LOS ESCOMBROS veracruzanos no pertenecen sólo al sexenio de Duarte. Este déficit de 36 mil millones de pesos se comenzó a incubar con un crecimiento de 130% de la deuda estatal en el sexenio de Miguel Alemán Velasco (1998-2004), y otro 150% que se gestó en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán (2004-2010), con quien Duarte fue mano derecha y Secretario de Finanzas. Alemán y Fidel se sirvieron con la cuchara grande en obra pública y trasladaron deuda en el entendido de una tapadera política eficaz, con el PRI en los mandos. Un cuento que se repetía hasta la alternancia. 
Hay que ver esa historia como una olla de complicidades a documentar, aunque no parece viable una acción legal pues ya fue cosa juzgada (cuentas sexenales de Alemán y Fidel, aprobadas). Duarte hereda deuda sin chistar, en el estilo de quienes se tapan con la misma cobija, y junto con su equipo se dedica a extrañas piruetas con el presupuesto, lo que incluye incumplimiento de pagos a nómina y pagos a proveedores, dos asignaciones básicas para cualquier gestión gubernamental. ¿Le suena a algo conocido?
Mientras tanto, quienes llenaron sus bolsillos fueron proveedores fantasmas que ahora son investigados. Duarte y su equipo lo apostaron todo a ganar la gubernatura en junio, para no rendir cuentas, porque una de las promesas de campaña de Yunes (PAN-PRD) fue encarcelarlo sin dilación. Claro que Yunes Linares tiene su propia historia. 
De Duarte se dijo en la prensa de la Ciudad de México que buscó acercamientos con AMLO y Morena, para generar una elección a tercios. De hecho, Morena creció más allá de lo impensable, llegando casi al 30% de la votación jarocha. Pero se derrumbó ese castillo porque con todo y todo la victoria fue para esa extraña coalición PAN-PRD-Yunes. De ese modo, con encono en ambos bandos, que se han dicho de todo, la fila de disciplina y/o encubrimiento llegó a su fin. Veamos sin embargo un detalle: no es Yunes quien ha ejecutado la acción de enjuiciar a Duarte: se le adelantó el gobierno federal, con la PGR, Hacienda y el SAT. ¿Otra historia conocida?  
En su mensaje de despedida, Duarte mencionó que salvará su honor y que no se ha robado un peso. Él, tan ligado a Peña Nieto en la campaña del 2012  y tan cercano al presidenciable Osorio Chong en su ruta como gobernador veracruzano –sobre el tema escribió aquí Raymundo Riva Palacio ayer-. Insuficiente crédito a la palabra. 
Será interesante el desenlace: ¿chivo expiatorio, justicia o simulación?  Veracruz multiplicó sus conflictos y no se ve por dónde evitar una colisión entre la clase política, empresarios y trabajadores. El descontento apremia cuando  las ganancias se esfuman.( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
            
 
 

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