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Home Escala Crítica VÁZQUEZ MOTA, EL FACTOR FEMENINO Y LAS ELECCIONES

VÁZQUEZ MOTA, EL FACTOR FEMENINO Y LAS ELECCIONES

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Escala Crítica/Columna diario
*Ibarra, Lombardo, Soto y Mercado, otras historias
*Cordero remontó su desventaja, pero no le alcanzó
*Sólo falta la candidatura del Panal. Cuenta regresiva.

Víctor M. Sámano Labastida

EN 1994 hubo dos candidatas a la Presidencia en México: Cecilia Soto González, por el Partido del Trabajo y Marcela Lombardo, por el Partido Popular Socialista. Rosario Ibarra de Piedra, fue dos veces candidata al Ejecutivo federal por el Partido Revolucionario de los Trabajadores, en 1982 y 1988. En 2006, Patricia Mercado, que había intentado obtener la nominación por el Partido Socialdemócrata en el 2000, logró inscribirse por el Partido Alternativa. Este año, Josefina Vázquez Mota obtuvo la nominación por el PAN.

La diferencia entre aquellas postulaciones y la resuelta el domingo por la consulta internas blanquiazul es que las tres mujeres que antes buscaron la presidencia provenían de movimientos de izquierda (con sus matices, claro) y eran cobijadas por partidos marginales; en la actualidad, Vázquez Mota tiene su historia vinculada a una ideología moderada y conservadora, aunque con la ventaja de que cuenta con el respaldo de un partido (PAN) con posibilidades reales de competir. Es el partido en la Presidencia.
 
MARGINALES Y COMBATIVAS

SI BIEN algunos reportes indican que Patricia Mercado ha sido la aspirante mujer más votada en los comicios presidenciales, en términos de porcentajes no es exactamente así. Mercado logró en el 2006 un total de un millón 128 mil 850 sufragios, más que ninguna otra fémina en la historia de las elecciones en México, pero esa cantidad equivale al 2.71% de la votación válida. Cecilia Soto, quien buscó la Presidencia bajo las siglas del Partido del Trabajo, consiguió en 1994 un total de 970 mil 121 sufragios, pero entonces representó el 2.75% de la votación válida.
Con menos éxito, también en 1994 se inscribió a la contienda presidencial Marcela Lombardo, bajo las siglas del Partido Popular Socialista (PPS), ya desaparecido. Entonces, Lombardo sólo consiguió 166 mil 594 votos, representativos del 0.47%.
Conocida por su activismo en reclamo de la presentación de las desaparecidos por motivos políticos, doña Rosario Ibarra de Piedra es la única mexicana que ha figurado en dos ocasiones en las boletas como aspirante a la Presidencia: en 1982, cuando logró –para esa época- la extraordinaria cantidad de 416 mil 448 votos (el 1.76%), y en 1988, cuando ya sólo consiguió 74 mil 857 sufragios (0.39%).
Tanto Lombardo como Soto a participaron en la fundación del Frente Democrático Nacional del movimiento neocardenista que dio vida posteriormente al Partido de la Revolución Democrática; Ibarra de Piedra, aunque militante de izquierda, se mantuvo al margen de ese partido, hasta la pérdida del registro del PRT, una organización radical de corte trotskista.
Cecilia Soto González es también un caso peculiar. Fundador de movimientos campesinos y populares, fue señalada de ser uno de los brazos políticos de Carlos Salinas de Gortari –con el que por esas coincidencias de la vida comparte las iniciales CSG-, pasó a formar parte del gobierno del panista Vicente Fox, como embajadora de México en Brasil; al término de esa administración (2006) se integró a la dirección de Programa Educación de la Fundación Telmex, de Carlos Slim.

ENCUESTAS Y URNAS

CON UNA VOTACIÓN del 53.7% del total en la consulta interna del PAN el domingo pasado, Vázquez Mota se convirtió en la precandidata oficial de ese partido. Fueron  277 mil 376 votos de un total de 495 mil válidos, más o menos. Siempre según los reportes panistas.
El abstencionismo fue notorio: de un presunto padrón de un millón 750 mil inscritos entre adherentes y militantes, acudió a las urnas el 26.9%, una porción menor que la que en 2005 seleccionó a Felipe Calderón. En aquella ocasión, de un listado de poco más de un millón 100 mil empadronados panistas votaron 310 mil, el 28%.
Cierto que a Calderón lo avalaron 150 mil panistas y a Vázquez Mota 277 mil, siempre conforme a las cifras partidistas.
La sorpresa para unos fue que no ganara Ernesto Cordero, el “delfín” de Calderón; para otros, la sorpresa es que Cordeo desplazó a Santiago Creel del segundo lugar que éste mantuvo en las encuestas.
El especialista en encuestas Roy Campos (Mitofsky), señaló que unas semanas previas a la consulta del 5 de febrero, Vázquez Mota tenía una preferencia entre los simpatizantes panistas del 60%, Creel del 26% y Cordero del 10%.
El mismo Campos, para explicar la incertidumbre que existía en los resultados de la elección Vázquez, Cordero y Creel, recordó que en el 2005, un mes antes del inicio de la consulta panista (en aquella ocasión se realizó en tres fechas), Creel que también fue aspirante y favorito de Vicente Fox tenía el 55% de las preferencias; Felipe Calderón, el “candidato incómodo”, contaba con sólo 20% y Alberto Cárdenas con el 11%. Al final, ya se sabe, Calderón ganó la nominación.
Ahora, en el 2012, Vázquez Mota confirmó las tendencias en las encuestas y logró el 53.7% de los votos válidos; Cordero, el 38.9% y Creel sólo el 6.0%.
Quizá una reflexión obligada es la necesidad –y la obligación- de que los partidos sometan a consulta sus decisiones. Con más razón las relevantes como sus estatutos, programas, dirigencias y candidaturas. Lo sucedido en el PAN –que sus adversarios descalificarán, pero que tiene un indudable mérito-, nos indica que los partidos padecen dificultades (o carecen de interés) para motivar a sus militantes y simpatizantes, aún en casos en los que de elegir candidatos se trata. ¿Cómo entonces motivarán a la población abierta a acudir a las urnas?
Cierto que se reportaron vicios conocidos en el quehacer político mexicano: acarreos, robo de urnas, inducción del voto, apatía de los propios candidatos hacia “poblaciones no prioritarias”, uso ilegal de recursos públicos. La parte positiva es que cada vez hay una mayor vigilancia pública.

AL MARGEN
POR LO PRONTO, el PAN tiene candidata. Están definidos tres contendientes: Vázquez, Peña y López Obrador. Falta la candidatura de Nueva Alianza, Panal, y es posible que el equipo de Elba Esther Gordillo se decida también por una mujer…para hacerle sombra a la abanderada panista. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 

 

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