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Home Escala Crítica Del “Quédate en Casa” al “Cúrate en Casa”; la vivienda como refugio, pero con carencias

Del “Quédate en Casa” al “Cúrate en Casa”; la vivienda como refugio, pero con carencias

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 Escala Crítica/Columna diaria

*El 40 por ciento de la población vive en condiciones de hacinamiento
*Necesario mayor esfuerzo para frenar el incremento de los contagios
*El atentado contra García Harfuch, expresión de la otra epidemia
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
CONCLUYE una semana con preocupantes señales para el país. Mientras la epidemia sigue su curso ascendente para colocar a México en 208 mil 392 casos detectados y 25 mil 779 fallecimientos, en la capital del país el principal jefe policiaco a nivel estatal sufre atentado en una zona altamente vigilada. El tema de la seguridad pública vuelve a la agenda por el activismo de los grupos criminales, pero también con la interrogante del impacto que con la delincuencia común tendrá la crisis sanitaria y el freno de la economía.
En el tema del combate a la epidemia, a pesar de los esfuerzos anunciados oficialmente, hay estados como Tabasco, la Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Puebla y Guanajuato, donde la alerta por la epidemia se incrementó; tanto por los casos confirmados como por los casos sospechosos. Otras entidades, que habían mantenido cierto control como Nuevo León, han comenzado a tener repuntes por la apertura de sus actividades productivas; aunque todavía cuentan con capacidad de respuesta. 
Ayer la Secretaría de Salud de Tabasco advirtió que en el estado se mantiene “alto nivel de contagio de COVID-19”. No es para menos, en el  acumulado tenemos para la entidad nueve mil 752 casos confirmados, 990 defunciones, mil 222 pacientes activos y 460 que permanecen hospitalizados.
 
AISLAMIENTO Y MOVILIDAD
 
LA ACTUAL crisis sanitaria ha puesto en evidencia grandes rezagos. Como se sabe, la estrategia principal de las autoridades para disminuir el riesgo de contagios fue la consigna “Quédate en casa”; posteriormente cuando ya se tenía el reporte de algún infectado surgieron dos medidas: la hospitalización para quienes presentaran cuadros graves o el aislamiento en el hogar para los casos leves o asintomáticos.
Como se puede observar, tanto en la primera etapa (“Quédate en Casa”), como en la segunda (“Cúrate en Casa”), las viviendas se convirtieron en una pieza clave. Lamentablemente es ahí donde reside uno de los grandes atrasos o déficits en el país: millones de mexicanos no tienen casa propia y otro segmento habita en construcciones donde es prácticamente imposible el aislamiento. 
Un reporte del diario La Jornada (14/junio/2019), firmado por Carolina Gómez Mena refiere el estudio de ONU-Habitat en el que se concluye que al menos 38.4 % de la población de México vive en condiciones de hacinamiento, también en casas hechas sin materiales duraderos, o sin servicios adecuados de agua y saneamiento.
Aunque advierte que “esta estimación podría ser mucho mayor si se considera la ubicación de la vivienda en áreas de riesgo y la ausencia de seguridad en la tenencia de la tierra como factores de precariedad y vulnerabilidad, así como el número de personas que habitan en desarrollos de vivienda alejados de las áreas urbanas consolidadas, donde las fuentes de empleo y los servicios públicos de buena calidad son insuficientes…”
Este otro hecho –el que las personas habiten en lugares alejados de las áreas urbanas, o de sus centros laborales-, plantea otro gran problema en casos como la actual emergencia sanitaria: la necesidad de utilizar el transporte público se convierte en un riesgo adicional sobre todo en la etapa en la que se comienzan a reabrir las actividades…mientras el contagio sigue activo. 
La falta de una vivienda adecuada y la carencia de un transporte público digno dificultan el control de la diseminación del virus. Una situación que afecta especialmente a la población pobre.
Tanto a nivel federal como estatal, las autoridades de Salud insisten en que la población actúe solidariamente (“cuidarse para cuidar”), para salir de una etapa difícil de la emergencia sanitaria. Todavía es tiempo para diseñar también respuestas solidarias desde las instituciones, porque ahora se comienzan a saturar los servicios más inmediatos que son los que ayudarían a contener la complicación de los infectados. 
En algunas entidades habilitaron hoteles y oficinas públicas (en Nuevo León la Universidad de Ciencias de la Seguridad) para aislar pacientes que no requieran hospitalización. Pero hacen falta más, si nos asomamos a la realidad cotidiana de nuestros vecinos o familiares.
AL MARGEN
 
AUNQUE la atención y los recursos oficiales están ahora concentrados en el combate al COVID-19, hay otro virus que sigue en las venas de la sociedad: el de la delincuencia, tanto de los grandes corporativos criminales como de la delincuencia común. Y la respuesta del llamado crimen organizado se manifestó ayer en el corazón de la República. 
Fuentes oficiales reconocieron que existían ya indicios de que uno de los cárteles del narcotráfico pretendía realizar atentados contra destacados personajes. Dijo el secretario de Seguridad federal, Alfonso Durazo que hace una semana “se registró una eventual amenaza a algunos funcionarios de seguridad pública”. Versiones periodísticas indican que el blanco de los ataques planeados incluye al canciller mexicano, Marcelo Ebrard; al jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto; al secretario de Seguridad federal, Alfonso Durazo; y el propio García Harfuch (El Universal).
Lo sucedido en la Ciudad de México no tiene precedentes tratándose de un ataque armado en la capital de la República, sede de los poderes federales.
AL MARGEN
LOS GOBERNADORES de ocho estados del centro norte formaron una alianza “para aprovechar las ventajas” del nuevo tratado con Estados Unidos y Canadá. Es la vertiente económica del bloque político en integración. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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