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Home Escala Crítica Entra tabasqueño en la pelea por definir la Mesa Directiva de los senadores

Entra tabasqueño en la pelea por definir la Mesa Directiva de los senadores

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 Escala Crítica/Columna diaria

*El destape de Ovidio Peralta, un adelanto del reajuste de grupos
*Para AMLO resulta estratégico el Senado; requiere lealtades
*Se construyen las plataformas para 2021 y la sucesión del 2024
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
OTRA vez Tabasco se coloca en el centro del debate político. Un legislador nativo de la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador fue “destapado” para relevar a la senadora Mónica Fernández Balboa en la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara Alta para el periodo que inicia el uno de septiembre. Se trata del comalcalquense Ovidio Salvador Peralta Suárez, quien llegó al escaño tras la licencia de Javier May Rodríguez, incorporado al gabinete de AMLO.
La sorpresa, si que hay alguna, estaría en quien fue la vocera de este adelanto. En efecto, la también senadora (y muy polémica) Jesusa Rodríguez publicó en sus redes virtuales: “Volveremos a una nueva realidad. La Mesa Directiva del Senado requerirá equilibrio, institucionalidad y juventud. El senador Ovidio Peralta reúne virtuosamente esas cualidades. Una buena parte de las senadoras y los senadores lo apoyamos para la presidencia de la Mesa del Senado”.
Coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, tiene otro candidato. Impulsa al chiapaneco Eduardo Ramírez Aguilar. Aunque aún se discute si le corresponde a Morena o al Partido Acción Nacional (PAN), esa posición, pero es casi un hecho que se impondrá la norma (este partido no cumple el 25 por ciento de la representatividad) y la realidad política (Morena no se arriesgaría a dejarla en manos de sus adversarios en el tramo estratégico hacia las elecciones intermedias del 2021).
 
EL SENADO SÍ SIRVE…A QUIÉN?
 
RECORDEMOS que aun cuando pesa sobre el Senado aquella sentencia de Vicente Lombardo Toledano respecto a su presunta inutilidad (“lo cerramos, lo vendemos, lo rifamos”), esta cámara tuvo un papel determinante en la Reforma Energética en 2014. El entonces presidente Enrique Peña Nieto acudió a los senadores del PAN y PRI para legitimar lo que un amplio sector considera el mayor atraco a la Nación. 
Al inicio de este gobierno, poco después del triunfo arrollador de AMLO en las urnas, el control de los principales órganos de dirección del Senado fueron compartidos en una especie de contrapesos entre los leales lopezobradoristas y otro sector que se desplaza de la institucionalidad y a la disidencia, o que usa de pretexto a la primera para mantenerse en la segunda, según me comenta un alto dirigente morenista.
Así, la coordinación de los senadores de Morena quedó en manos de Ricardo Monreal, quien en el 2017 estuvo a punto de renunciar al partido de AMLO en rechazo a las encuestas que favorecieron a Claudia Sheinbaum para la candidatura en la Ciudad de México; en cambio a presidir la mesa directiva en el periodo crucial 2018-2019 fue enviado un probado lopezobradorista, Martí Batres, quien había sí el primer dirigente nacional de Morena en tanto que López Obrador era presidente del Consejo Político de ese partido.
Para septiembre de 2019 Martí Batres buscó la reelección en otro periodo. No lo consiguió y acusó a Monreal de maniobrar en su contra. Aquel conflicto se zanjó públicamente con una salida intermedia: no sería Batres pero se quedaría al frente una mujer y tabasqueña, Mónica Fernández Balboa. Se cumplieron así dos tres condiciones entre otras: la de género, la de paisanaje y la de partido.
 
EL MÉRITO DE LA CONFIANZA
 
SI LAS COSAS marchan como lo prevé el anuncio de Jesusa Rodríguez, ahora los grupos cercanos a AMLO buscarían cumplir con el paisanaje –Ovidio Peralta es tabasqueño-, la militancia partidista y la lealtad al lopezobradorismo. Como le decía, el senador “destapado” para la Mesa Directiva es un personaje muy cercano a Javier May, político de todas las confianzas del actual presidente.
Precisamente Javier May –en la actualidad al frente de los estratégicos programas sociales-, junto a Octavio Romero –ahora a cargo de Pemex-, fueron en Tabasco los primeros dirigentes encargados de organizar Morena.  
En el Senado, aunque Morena tiene una holgada mayoría de 61 legisladores (47.66%), cuenta también con los 6 votos del PT (4.69%), 7 del PVEM (5.47%) y 4 del PES (3.13%); sus opositores están en franca desventaja, pues la bancada del PAN sólo cuenta con 25 legisladores (19.53%), PRI con 13 (10.16%5) y PRD con 3 (2.34 %). El imprevisible Movimiento Ciudadano suma 8 integrantes (6.25%). En estos últimos meses de 2020 y los primeros del 2021 veremos un reacomodo de los grupos en el Senado en la disputa por las candidaturas, pues aunque no estarán en juego los escaños si buscarán colocar sus piezas para la crucial contienda del 2024.
Al mismo tiempo, ocurra lo que sea en las elecciones venideras, Morena seguirá siendo mayoría en el Senado pero el principal desafío serán sus inclinaciones sucesorias. No es casual que Monreal tenga piezas en la lucha por la dirigencia de la coalición en el poder.
La decisión de quien presida la Mesa Directiva no será, entonces un trámite burocrático sino una acción estratégica. Jesusa Rodríguez, la vocera de la promoción del tabasqueño Ovidio Peralta, forma parte de un bloque en el que están Martí Batres, Nestora Salgado, Malú Micher, Héctor Vasconcelos y Citlalli Hernández (entre una treintena de senadores) que a principios de junio firmaron un manifiesto dirigido a la militancia de Morena y a la sociedad en general para defender “el modelo de país propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador”. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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