Escala Crítica/Columna diaria
*Son el 30 % del padrón, pero con alto abstencionismo
*Convertir las movilizaciones en participación pública
*En todo el mundo, es un segmento reacio a los políticos
Víctor M. Sámano Labastida
SON LOS JÓVENES con su voto los que pueden definir las elecciones,
tanto la presidencial como la de gobernador y presidentes municipales, en el caso de Tabasco y seis estados más. Esto lo venimos escuchando desde hace varios meses, aún cuando no había estallado los que ahora se denomina como “la primavera mexicana”, “el nuevo mayo”, “el despertar juvenil”. Aunque es muy pronto para saber si el movimiento juvenil va a perdurar y a cohesionarse o se esfumará pasando las elecciones, la importancia de que este segmento acuda a las urnas tiene diversas lecturas para los partidos y candidatos.
Por un lado se ofrecen políticas de atención a la juventud; propuestas relacionadas con el combate al desempleo, mejora de la calidad educativa y seguridad. Pero también hay quienes consideran que es preciso ofrecer un rostro juvenil o a un candidato rodeado de muchachos y muchachas. Todo parece válido, aunque el aspecto fundamental es qué se propone para garantizar un futuro mejor en un país en el que, año con año, disminuye el recurso que hasta ahora ha sido un calmante frente a la falta de políticas públicas de desarrollo sostenido: el petróleo.
Ya en los años ochentas se vivió el amargo despertar en esta dependencia brutal y del derroche.
LA PRIMERA VEZ
SEGÚN LOS DATOS oficiales, un 30 por ciento del padrón electoral para las elecciones de julio próximo está compuesto por jóvenes de menos de 30 años. Por vez primera están en posibilidad de votar en una elección presidencial unos 10 millones, a los que se suman 3.4 millones de entre 18 y 19 años, quienes apenas cumplieron la mayoría de edad. En total, unos 14 millones más que en las elecciones en las que resultó electo Felipe Calderón como Presidente.
Como se recordará, en el 2006 Calderón obtuvo 15 millones de votos y Andrés Manuel López Obrador 14 millones 756 mil. Los nuevos electores potenciales casi igualan la cifra de los punteros hace seis años. Aunque no todos los que están en el padrón acuden a las urnas.
Aún más, un estudio del investigador de la UAM Enrique Cuna, citado por La Jornada (28/V/12), señala que podría darse uno de los más altos abstencionismos en el segmento juvenil, a pesar de las recientes movilizaciones porque la clase media mexicana se caracteriza por el conservadurismo.
De acuerdo a Cuna, colaborador de un trabajo financiado por la ONU, el hecho de que sólo acuda a las urnas uno de cada cuatro menores de 29 años no es por desinterés por la política, sino “una forma de expresar una crítica severa al sistema de partidos y a un modelo de democracia que sólo los deja expresarse cada tres o seis años”.
ESPECTACULARIDAD Y EFICACIA
ASÍ COMO se habló de la importancia de los jóvenes al inicio de este proceso electoral, también se destacó lo que –para algunos observadores- eran unas “campañas grises, sin atractivo”. Fueron las manifestaciones estudiantiles las que le vinieron a un nuevo toque a la política mexicana
Dijo Cuna a La Jornada: “Ahora vemos una expresión muy activa que, independientemente del resultado, obligará a quien gane la elección a dialogar con los jóvenes sobre su futuro y pensar en que la cultura política que nos ha gobernado, donde la simulación juega un papel muy importante, ya no es suficiente”.
Se advierte que si bien es posible que como fenómeno nacional la movilización estudiantil puede dispersarse después de las elecciones, también es previsible que algunos núcleos más concientizados organicen y definan sus reclamos, así como propuestas. Un adelanto de esto lo vimos en la más reciente concentración del sábado en la Ciudad de México; ahí los jóvenes buscaron definirse como un movimiento plural, pero también buscan mecanismos para determinar sus objetivos.
Según el consejero electoral Lorenzo Córdova “vamos a advertir las consecuencias de lo que en otros ámbitos se denomina bono demográfico”. Quizá podamos esperar que el bono demográfico –una amplia población de jóvenes- se convierta en “bono democrático”.
Este optimismo podría tener su base en un estudio encargado por la Cámara de Diputados, según el cual hasta el 75 por ciento de los jóvenes sí tiene intención de ir a las urnas. Contrariamente a lo que sostiene Enrique Cuna, citado líneas arriba.
Pero también ese estudio recuerda que en 2009, en las elecciones intermedias, sólo votó el 44.6% del grupo de entre 18 y 19 años de edad –no había el atractivo de decidir por Presidente de la República-: de la misma forma que se refiere un mayor abstencionismo en –por ejemplo- los jóvenes estadounidenses (sólo voto el 12% en comicios locales), o el de los españoles (sólo votó el 30% de este segmento en los comicios presidenciales).
No sólo en México, todas las democracias tienen dificultades para motivar a los jóvenes en acudir a las urnas. Pero en unos países más que en otros, la participación juvenil se registra en organizaciones no gubernamentales. Esperemos que a la espectacularidad de los mítines y marchas siga la eficacia de las propuestas.
AL MARGEN
INTERESANTE iniciativa de un grupo de estudiantes de la UJAT para realizar el Festival Universitario de Cultura y Arte, que ayer fue inaugurado y concluirá el miércoles. Habrá encuentros literarios, exposiciones fotográficas, proyección de películas, música, ente otras actividades. Un buen síntoma. En tanto, ayer fue reconocida en la misma casa de estudios la trayectoria del poeta Jeremías Marquines, quien recientemente obtuvo el Premio Aguascalientes de Poesía.
EL JUEVES próximo será presentado en Villahermosa el libro “AMLO: vida privada de un hombre público”, un ensayo biográfico sobre Andrés Manuel López Obrador escrito por el periodista Jaime Avilés. El acto será a las 17:00 en un conocido hotel y estará el autor de la obra con los comentarios de doña Gabriela Gutiérrez y este columnista.
CONTINÚAN Jesús Alí (PRI), Arturo Núñez (PRD) y Gerardo Priego (PAN), sus campañas en la cuenta regresiva rumbo a las elecciones del 1 de julio. Hay coincidencias en muchas propuestas, la diferencia pueden encontrarse en los “cómo” le harían.(
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