Escala Crítica/Columna diaria
*Se acaba el tiempo; falta explicar el uso de boletas
*Incluirán una calculadora en los paquetes electorales
*Dos partidos nacionales tendrán que repartir sus votos
Víctor M. Sámano Labastida
UN APARENTE mecanismo inofensivo puede dar dolores de cabeza a dos de los grandes partidos nacionales, a no pocas autoridades electorales y a los encargados de las casillas. Podría también ser pretexto para conflictos post elección: se trata de las boletas electorales. Obviamente que plantear que el PRI y PRD pueden perder las votaciones no significa que sus candidatos pierdan, pero…Es un asunto que no debería minimizarse cuando apenas estamos a menos de veinte días de las elecciones.
Ayer el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT), difundió una información que confirma lo que habíamos planteado en una colaboración anterior: es necesaria una campaña intensa para aclarar cómo votar, cómo se contarán los sufragios y en qué circunstancias un voto es válido o es nulo.
Me parece que en la explicación de las “reglas para el escrutinio y cómputo” se abona a la confusión, más que en el esclarecimiento. Quienes tendrían que estar más preocupados por lo que resultaría del cómputo de los votos serían el PRI y el PRD, partidos que van en coalición; en tanto que el PAN y Panal, que van solos, pueden no ganar la presidencia pero no tendrá que compartir sus votos.
MÁS VALE PREVENIR
EN ABRIL de este año, en un foro realizado por la cadena CNN la consejera María Marván, el politólogo Jorge Alcocer y la encuestadora Ana Cristina Cobarruvias coincidieron en que el diseño de la boleta electoral puede complicar y retrasar el conteo de los votos el uno de julio. Este columnista diría que puede ocurrir algo más preocupante: que haya razones para que alguno de los contendientes reclame por fraude.
Tan complejo es el asunto que, por lo menos para las elecciones federales, en cada paquete electoral ¡se incluirá una calculadora!, según confirmó la consejera Marván.
Me concretaré a la elección federal para no enredar algo de por sí enmarañado.
Por una extraña razón, los candidatos a la Presidencia de la República Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador están obligados a hacer campaña por las coaliciones que los postulan, en el primer caso Compromisos por México (CPM) y en el segundo Movimiento Progresista (MP), pero ninguno de estas aparecerá en las boletas sino estarán por separado los partidos que las integran. En CPM el PRI y PVEM, y en MP el PRD, PT y PMC.
En el caso de las elecciones estatales tabasqueñas, el Movimiento Progresista repite con PRD, PT y PMC, pero Compromisos por Tabasco incluye al Panal, junto al PRI y al PVEM.
Como le referimos en otra colaboración por López Obrador habrá siete posibilidades de voto (por uno de los partidos que lo postulan, por los tres juntos o por la combinación de dos de ellos); para votar por Peña Nieto serán tres posibilidades (por alguno de los dos partidos, o por dos juntos). Con Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri no hay pierde: o se vota por el PAN o por el Panal.
En principio podría darse la situación lógica que un votante considere erróneamente que si marca todos los partidos que postulan a López Obrador o a Peña Nieto estaría dando tres o dos votos. No. El principio básico es “un ciudadano, un voto”. O también existiría el temor de anular el voto, lo que tampoco sucedería si se marcan los tres logotipos de una coalición…pero ocurriría si se marca otro logotipo que no sea de la coalición.
En un interesante artículo publicado el domingo pasado por Jorge Alcocer (Enfoque/Reforma, No. 944), este especialista comenta:
“¿Qué pasará si el elector cruza solamente el recuadro de un partido? Ese es el mejor escenario, ya que el voto contará, de inmediato, para el candidato y para el partido. ¿Y si habiendo tres partidos coaligados, cruza dos recuadros? El voto contará (como uno) para el candidato, y la suma se asignará a mitades (entre los dos partidos marcados)”.
Prosigue: “¿Y si se cruzan tres recuadros (donde aparece el nombre de un mismo candidato)?, lo mismo respecto al candidato, cuenta como un solo voto, pero en el reparto de la suma se hará entre tres”.
COMPLEJO, NO COMPLOT
SI EL ELECTOR cruza un recuadro del PRI y en la misma boleta un recuadro del Panal (en la elección federal), entonces ese voto se anula.
Me dirá el paciente lector –que también tendrá que ser paciente elector, porque en Tabasco hay que hacer seis elecciones-, que el problema de cómo contar los votos será sólo de las autoridades electorales y de los encargados de las casillas. Cierto, pero una confusión podrá derivar en: a) que no coloquen con certeza los resultados en el exterior de las casillas; b).- que se anulen votos que deberían ser válidos o que se sumen más de los que son; c).- que los ciudadanos simpatizantes de un partido o candidato se digan defraudados.
Así podríamos advertir una serie de dificultades que deben prevenirse, sobre todo porque se trata de asuntos que pueden advertirse a tiempo. Es mucho lo que está en juego.
A estas alturas usted preguntará por qué sostengo que el PRI y el PRD pueden perder en estas elecciones. Me sigo quedando en el plano de la elección federal para no agregar las complicaciones del proceso local.
Vea usted, si como señala Jorge Alcocer apoyado en el artículo 295 del Cofipe, los votos para una coalición se pueden dividir entre dos, en el caso de Compromisos por México, y entre tres, en el Movimiento Progresista, esta operación repercutirá en los el porcentaje final que obtengan los partidos, sin afectar al candidato.
Si un ciudadano decide votar por Peña Nieto o por López Obrador en el recuadro correspondiente sólo al PRI o al PRD, esos votos irán íntegros a tales partidos. Pero si en el caso de Peña sufragan en los recuadros del PRI y PVEM, los votos se dividen entre dos: el tricolor pierde. Y si por López Obrador se marcan en la misma boleta los recuadros del PRD, PT y PMC, los votos se dividen entre dos o entre tres, según el caso: los solaztequistas pierden.
Ganan los candidatos, pierden los partidos grandes.
¿Cuál es la consecuencia? Que cuando se asignen los porcentajes finales de las votaciones a los partidos, cada uno de ellos recibirá en los siguientes tres años financiamiento de acuerdo al número de votos obtenidos. Veremos si PRI y PRD han tomado nota de ese “pequeñísimo” detalle.
Pretender que existe una confusión deliberada sería tanto como compartir la teoría de la conspiración. (
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