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*Habrá un desplazamiento hacia una izquierda moderada

*En unas semanas, la decisión más importante en Morena

*Movimientos políticos pendulares, clave de permanencia

Víctor M. Sámano Labastida

 

 

HAY UN ESTILO personal de gobernar, sin duda. Sobre esto hizo un amplio estudio el historiador Daniel Cossío Villegas (1974) referido a México. Y lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador no debe sorprender. Después de las elecciones del 2024 “puede haber un corrimiento al centro”, advirtió o admitió. No sólo puede ocurrir sino que sucederá. La razón es muy sencilla: AMLO se colocó en el extremo tanto en el discurso como en algunas decisiones, pero además por su propio estilo –su modo-, cualquiera de quien lo suceda se desplazará hacia el centro. Los aspirantes visibles: Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López y Ricardo Monreal Ávila, son moderados en comparación con el fundador de Morena.

Es cierto que Sheinbaum Pardo está catalogada como “una mujer de izquierdas” (El País, 05 de diciembre de 2018), por su antecedente y respaldo en los grupos y líderes de la “izquierda histórica” (particularmente universitaria), además de que ella misma se ha reclamado en esa corriente. 

El periodista y escritor Alejandro Almazán sostiene –como varios comentaristas- que Sheinbaum y Ebrard Casaubón “provienen de diferentes alas de la izquierda lo que genera que cada tenga una visión de nación distinta” (Sin Embargo, 06 de abril de 2023).

Dijo a Álvaro Delgado y Alejandro Páez: “Vienen de distintas alas de la izquierda. A mí me parece que lo progre (progresista) es más neoliberal que de izquierda. Vienen de distintas raíces. El obradorismo finalmente va a votar por cualquiera de los dos candidatos, pero yo como un votante sí veo que es otra decisión histórica de López Obrador ante Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum”.

 

HISTORIAS PERSONALES

 

EN EL CASO de La Jefa de Gobierno, esta destacó en el liderazgo del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), junto a Imanol Ordorika, Carlos Imaz, Hugo López Gatell y Martí Batres, entre otros. Varios de los integrantes del CEU pasaron a formar parte del brazo juvenil del Partido de la Revolución Democrática (PRD), coincidiendo ahí con el liderazgo de López Obrador quien luego invitó a algunos de ellos a su gobierno en el Distrito Federal. Lo acompañaron en la fundación de Morena.

Aunque no debemos olvidar que el Frente Democrático Nacional (FDN), antecedente del PRD, resultó de una suma de la Corriente Democrática que renunció al PRI y numerosos líderes y grupos que provenían de movimientos comunistas, socialistas, revolucionarios. 

A Marcelo Ebrard se le ubica en el ala crítica del PRI –aunque sin sumarse a la corriente cardenista en un primer momento-; fue secretario general del tricolor (1988-1992), en 1999 junto a Manuel Camacho impulsó una nueva organización: el Partido de Centro Democrático. Ha estado cercano al Partido Verde y a Movimiento Ciudadano, que lo postularon como candidato; en el año 2000 se suma a López Obrador al renunciar a la candidatura del PCD en la capital del país. También se incorporó al PRD, partido al que renunció en 2015; aunque se mantuvo cerca de AMLO sólo se afilió a Morena en 2022.

Otro aspirante a la candidatura del 2024, identificado por el paisanaje con López Obrador, es el tabasqueño Adán Augusto López Hernández, quien militó en el PRI desde los años ochenta hasta su renuncia en el 2001 para sumarse al PRD con el liderazgo de AMLO. En el solaztequismo encabezó una corriente que disputó el liderazgo frente a los llamados fundadores, situación que también se repite en Morena. 

También en el PRI inició su carrera política Ricardo Monreal desde 1975 partido al que renunció en 1998 para ser candidato a gobernador de Zacatecas por el PRD; por el tricolor había sido diputado federal en dos ocasiones de 1988 a 1991 y de 1997 a 1998; posteriormente entre 2012 y 2015 por Movimiento Ciudadano y por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Asimismo fue senador del PRI de 1991 a 1997 y del PRD de 2006 a 2012 por el PRD y el PT. Desde 2018 es senador por Morena. Aunque se autodefine de izquierda, en el espectro político sus conocidos lo ubican como moderado, situación que lo marginó del grupo cercano a López Obrador hasta hace unas semanas.

 

LIMPIAR EL TERRENO

ES EL CONTEXTO en el que AMLO reconoció que quien lo suceda –hombre o mujer- no “polarizará” o “politizará” como él lo hace, sino que puede desplazarse más al centro. Pero, también definió su papel como el abridor de una brecha, con una intención de “desbrozar, limpiar” el camino a los que vienen detrás.

Es, como le decía, lógico este paso hacia una propuesta más moderada. No sólo porque ha existido en el sistema mexicano un “movimiento pendular” –izquierda, centro, derecha-, sino porque así lo exigirá la campaña para ganar un mayor espacio en el espectro de los votantes.

AL MARGEN

AHORA AMLO se ha propuesto conquistar para Morena la mayoría de las diputaciones y senadurías, pero ese es un tema que requiere una revisión específica. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )