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* Modelo de conferencias matutinas, dilema: ¿replicable o desmontable?    

* Oposición en conserva: de la memoria, no me acuerdo y no preguntes            

* Tren periodístico: estilos del poder con memoria republicana                      

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

HACIA 2024, “quien venga tendrá que conseguir lo que las mañaneras han logrado, por otras vías. Tremendo reto”, advirtió Jorge Zepeda Patterson. En la recta final del sexenio, hay una clase política que quiere el retorno de los privilegios y cuenta con el olvido para ejecutar maromas con los mismos trapecistas, me dice un lector y a la vez interlocutor. Se refiere a  Xóchitl Gálvez, presidenciable del Frente Amplio, quien anuncia como voceras a las panistas Margarita Zavala (esposa de Felipe Calderón) y Josefina Vázquez Mota (excandidata presidencial en 2012). 

También me subraya que los dirigentes del Frente Amplio delegan plan económico en el salinista José Ángel Gurría y el plan de seguridad en Francisco Javier Cabeza de Vaca, exgobernador de Tamaulipas con expedientes jurídicos abiertos. 

¿Gatopardismo? Más allá de etiquetas, el olvido resulta materia prima para políticos que buscan llevarse el gato al agua con cargo al país. Por ello, de diferentes maneras, la oposición pone trabas legales al modelo de comunicación presidencial vía conferencias matutinas. Mencionamos aquí algunas críticas atendibles al estilo, sin menoscabo de revisar el fondo. Pero estamos ante una constante batalla política.

Las medidas cautelares aplicadas al titular del Poder Ejecutivo con relación a “las mañaneras” no tienen precedente por: 1) su frecuencia en buscar rendijas jurídicas, 2) limitar la libertad de expresión, derecho constitucional, y 3) evitar la difusión de información que el gobierno está obligado a brindar, por el marco jurídico vigente. ¿Qué hay información y opiniones debatibles?, sin duda. Pero en la batalla por la democracia cada sector, organización, liderazgo, tiene que labrar su tribuna.

Envuelto en polémicas legales, con transformaciones sociales en marcha, el sexenio de AMLO se recordará por sus formas de comunicación: abierta, popular y agarrando parejo a interlocutores variopintos. La ‘memoria nacional’ que construyen las mañaneras y a consultar en internet, se contrapone al deseo de olvido de quienes buscan el retorno del tiempo perdido. Es blindaje comunicativo y otra forma de hacer política desde Presidencia. El cambio principal se basa en “el estilo personal de gobernar, de cara a la ciudadanía”. Muchos no lo captan, todavía. Por eso la oposición ensaya respuestas: muchos intentos, pocos aciertos.  

 

BORRÓN Y LAGUNAS 

AHORA BIEN, el sexenio de la comunicación (o la comunicación del sexenio) tiene lagunas que insinúan borrón y cuenta nueva. Esas lagunas las persigue el periodismo calificado de mercenario de orientación política multiforme (‘politiquería’, le llama AMLO) y el periodismo independiente que persevera en datos y trayectorias (ahí AMLO dice: “tengo otros datos”). No hay que ignorar los esfuerzos independientes y comprometidos con la búsqueda de la verdad.

Como lagunas significativas se pueden mencionar: la opacidad alrededor de la actuación pública de las fuerzas armadas y la Fiscalía General de la República; el rezago educativo, con 1.6 millones de personas en edad escolar que no pudieron inscribirse entre 2019 y 2022 (habría que indagar cómo la pandemia COVID-19 tuvo impacto en la cifra); “El (in)explicable respeto [de AMLO] al licenciado Peña Nieto” (Jorge Zepeda Patterson, 18/09/2023), positivo para las elecciones en Edomex 2023 y negativo para los empantanados casos de Emilio Lozoya (ODEBRECHT) y Rosario Robles (Estafa Maestra); la investigación sobre la participación/omisión del ejército con base en Guerrero, en torno a los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa (26/09/2014). Peña Nieto tropezó con esa piedra: el ejército intocable. AMLO confió a Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, una comisión de la verdad que se esfuerza y muestra documentos antes archivados, aunque no termina de precisar la responsabilidad militar y topa con pared cuando solicita traer a declarar a Peña Nieto. Ahí acaba la cadena de mando.     

El olvido es clave para el funcionamiento de la política ‘tradicional’, aunque los nuevos modos comunicativos atenúen la crítica ciudadana. Si se trata de resultados, en estas lagunas no hay buenas cuentas. Las ciencias sociales lo tienen codificado: el olvido permite atropellos, impunidad creciente. El olvido tiene funestas consecuencias en la vida pública. La memoria es la que evita tropezar con la misma piedra. 

Pero la historia nos recuerda, valga la paradoja, que el Poder se viste de olvido.

Precisamente lo que deberemos aprender en el proceso que vivimos es colocar lo público al aire de lo público. Volveremos al tema. 

 

AL MARGEN

 

ES NECESARIO ubicar a Claudia Sheinbaum en el contexto de una lucha de más de 40 años de la izquierda en México, ha dicho el periodista Arturo Cano, autor del libro “Claudia Sheinbaum: Presidenta”. Esta obra será presentada por el autor hoy jueves en un foro político cultural del Hotel Viva Villahermosa, a las 18:00 horas, con los comentarios de Carolina Martínez y Felipe Sánchez. Un evento organizado por el Sistema Informativo de Tabasco y otros colectivos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )