Escala Crítica/Columna diaria
*Excelente candidato, aplicó sólo un tercio de compromisos
*Una diferencia entre buscar votos y administrar recursos
*Marcelo Ebrard, Arturo Núñez, Graco y la sucesión del 2018
Víctor M. Sámano Labastida
DE ALTAS expectativas está empedrado el camino de las decepciones, podría decirse no sólo en relación a la política sino a la vida cotidiana. En materia de gobiernos, el más reciente ejemplo lo tuvimos con Vicente Fox Quesada, llama a encabezar la llamada transición de un régimen corporativo y autoritario a uno democrático republicano. Pero esto no sólo sucede en México, nuestros vecinos del norte eligieron al jovial y dinámico Barack Hussein Obama en el 2008 para cambiar a la primera potencia mundial. Obtuvo el 64.9% de los llamados votos electorales.
Me ocupo brevemente de este personaje, porque la política tiene lecciones particulares pero también de aplicación general. Obama es uno de los ejemplos no sólo de las altas expectativas que los ciudadanos se crearon a partir del personaje, también de lo que el propio personaje hizo para incrementarlas…a riesgo de no cumplir. Y no es un problema de voluntad, sino de circunstancias.
Este sorprendente afroamericano llegó a la presidencia con una alta popularidad, pero ahora muchos de sus seguidores le reclaman las promesas incumplidas. Por supuesto que esto también hacen sus adversarios, pero lo segundo es lógico.
SIEMBRA, COSECHA Y REPARTO
¿Qué sucedió? Obama, como todos los candidatos en todas partes del mundo, se comprometió a una serie de acciones “atrevidas y rápidas” -–dijo-- para rescatar la economía. También prometió reformas migratorias, mejorar los sistemas de seguridad social, terminar con la guerra en Irak, cerrar la prisión de Guantánamo…Sería la época de terminar con “las rencillas mezquinas y las falsas promesas”, según dijo.
De acuerdo a un análisis de los servicios de CNN: “Muchos observadores políticos afirman que era necesario que el novato senador hiciera tantas promesas”. Ya se sabe, además, no hay tiempo más propicio –y exigente—que las campañas para las promesas.
Aprovecho para comentarle que aún no hay explicación lógica por qué algunos políticos siguen haciendo promesas después de haber obtenido los votos. Quienes hicieron campaña, ganaron y gobernaron, conocen el costo de cumplir o tratar de hacerlo.
Volvamos a Obama.
Agrega el reporte de CNN: “Debía probar (el entonces candidato) su valía ante muchos electores demócratas”, señaló Bill Adair, creador y editor de PolitiFact, un sitio web dedicado a estudiar la honestidad en la publicidad de las campañas. “Hizo decenas de promesas pequeñas, pero específicas”, añadió.
“PolitiFact –refiere CNN-- evaluó las 508 promesas que hizo Obama y llegó a la conclusión de que el presidente ha cumplido el 37% de ellas, se ha comprometido a cumplir un 14%, ha roto el 16%, ha hallado obstáculos para cumplir con el 10% y el 22% están en “proceso de ser cumplidas”.
Podría decirse que el cargo de Presidente del país más poderoso del mundo sólo dura cuatro años y no es tiempo suficiente para cumplir. El tiempo no es el único recurso con que debe contar. Ahora, Barack Obama va por su reelección.
Algunas encuestadoras de Estados Unidos indican que el mandatario estaba en julio en uno de sus niveles más bajos de popularidad con sólo el 47 por ciento, cuando a principios de año registraba el 57 por ciento. Es una realidad que, como dice el dicho mexicano, prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila.
Pero aún así, Barack Obama resultó ser el mejor candidato que el Partido Demócrata tuvo para buscar la reelección. Las votaciones serán en noviembre próximo. Habrá algo que aprender de quienes resultan excelentes candidatos, pero no necesariamente extraordinarios gobernantes; como también de la diferencia entre campañas para obtener el poder y campañas para ejercerlo.
¿TRES TABASQUEÑOS EN 2018?
FUE CORTESÍA o una conclusión lógica la de Marcelo Ebrard, se preguntan en Tabasco quienes leyeron la mención que el todavía Jefe de Gobierno hizo de Arturo Núñez, gobernador electo de Tabasco, como uno de quienes posiblemente estarían en la lista de precandidatos del PRD a la Presidencia en el 2018. Esto ocurrió en una entrevista concedida en Milenio Diario a Juan Pablo Becerra Acosta.
Cortesía, porque Núñez Jiménez es su compañero de partido y asistirá este lunes al sexto y último informe de de quien aceptó dejar el paso a López Obrador en la reciente pugna por la candidatura; conclusión lógica porque tanto el tabasqueño como el nuevo gobernador de Morelos, Graco Ramírez, estarán concluyendo su mandato en el 2018 cuando inicie el nuevo proceso.
Seguramente, con su comillo político y su humor, Núñez Jiménez diluirá en alguna frase irónica las especulaciones. Pero no fue el entrevistador, Becerra Acosta, quien abrió la lista de potenciales precandidatos sino el mismo Ebrard. Aquí el fragmento:
Periodista: Va usted a 2018…
Marcelo Ebrard: Sí, claro.
Periodista: ¿Sin dudas?
Ebrard: Sin lugar a dudas. Lo que tenemos que hacer es organizarnos para que lleguemos en muy buena circunstancia a la contienda.
Periodista: Se a encontrar allá con Andrés Manuel López Obrador y Miguel Mancera, por lo menos.
Ebrard: Más los que se acumulen, ¿no? Pregúntale a Arturo Núñez (gobernador de Tabasco), Graco (Ramírez, gobernador de Morelos) dice que también se va a puntar…
Hasta ahí la transcripción del diálogo.
La única diferencia es que Graco Ramírez dijo que quiere. También, claro, parte de los movimientos tácticos de Ebrard será ampliar la nómina de posibles aspirantes de izquierda en el 2018 para evitar la polarización con los partidarios de López Obrador. Otro personaje que estará concluyendo su mandato y con altos reflectores será Miguel Mancera, el nuevo Jefe de Gobierno capitalino.
Por lo pronto, Ebrard autocolocó a tres tabasqueños en su carrera de obstáculos: Obrador, Graco y…Núñez.
Dijo Mancera en una entrevista respecto a su ex jefe Ebrard: “Es muy inteligente. Hace mucha prognosis, es decir, conocimiento a futuro, cuando te adelantas y planteas varios escenarios (políticos)”.
AL MARGEN
LO PREVISTO: quienes aspiran a ser delegados y tener un cargo en el nuevo partido Morena comienzan a renunciar. No será hasta el 2014, ni siquiera hasta enero. Deben renunciar ya. En Tabasco lo hizo Javier May, lo harán Sánchez Cabrales, Lara Lagunes, Fernando Mayans, López Hernández y una larga lista. (
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