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SÓLO EN CINCO ESTADOS EL PRD ES ALTAMENTE COMPETITIVO

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Escala Crítica/Columna diaria
*Nacimiento de nuevo partido, duro golpe a solaztequistas
*Polémica propuesta:“rescate” financiero a deudas estatales
*Hay estados que deben más del presupuesto que recibirán

Víctor M. Sámano Labastida

APROBAR que el gobierno federal asuma las deudas estatales en una especie de “rescate financiero”, sería “abrir las rendijas de la impunidad”, sostuvo el diputado tabasqueño Marcos Rosendo Medina y rechazó “de manera firme” la propuesta del senador del PRD por Michoacán, Raúl Morón. El michoacano, que recibió el apoyo del coordinador perredista en el Senado, Miguel Barbosa, de manera sorpresiva propuso un polémico plan que de inmediato fue calificado como un Fobaproa estatal, en referencia al rescate bancario durante el gobierno de Ernesto Zedillo.

La iniciativa de Raúl Morón expone: “Se exhorta al titular del Ejecutivo Federal para que instruya al Secretario de Hacienda, a que con cargo al Presupuesto de Egresos de la Federación, se subrogue la deuda pública financiera y no financiera registrada hasta la fecha por Estados y Municipios, con la finalidad de proceder en lo inmediato a su protección, rescate y saneamiento financiero”.
Se calcula que al primer semestre de este año la deuda total financiera de los estados superó los 400 mil millones de pesos, lo que equivale al 80 por ciento del total de los ingresos en participaciones y aportaciones federales. Algunos estados y municipios simplemente ya están “viviendo de prestado”.
Precisamente Morón es de Michoacán, donde el gobierno a cargo del perredista Leonel Godoy  contrató créditos por más de nueve mil millones de pesos en el último año de su gestión. El nuevo gobernador de aquella entidad, el priísta Fausto Vallejo, no dudó en calificar la deuda como la más enorme, inaudita y grave del país, al tiempo que advirtió que si no hay restructuración financiera no podría pagar “a médicos, maestros ni a trabajadores del gobierno del estado, y esto será una catástrofe”.
Extraoficialmente se estima que el gobierno michoacano tienen un déficit de debe unos 43 mil millones de pesos entre deuda financiera, pasivos diversos y déficit fiscal, superior a los 41 mil millones del presupuesto aprobado en 2010.
Michoacán es uno de los casos más preocupantes, pero no el único. En Guerrero también se anunciaron medidas drásticas para ahorrar recursos y poder pagar los servicios básicos. En Chiapas, el gobierno saliente de Juan Sabines deja adeudos superiores a 15 mil millones de pesos. El caso más revelador del arbitrario manejo de los recursos públicos es Coahuila, donde Humberto Moreira dejó un déficit de más de 36 mil millones de pesos. En 2006, antes del inicio de esa administración, sólo debía 420 millones de pesos.
Un balance en los municipios del país arrojaría señales alarmantes, aunque portavoces oficiales sostienen que no hay razón para preocuparse demasiado.
La propia Secretaría de Hacienda indicó a principios de año que, por ejemplo, en seis años la deuda de Veracruz se multiplicó por cinco;  en Morelos creció un 33 por ciento; Guanajuato, 323%; Tabasco, 299%; Oaxaca, 263%; Yucatán, 234%; Aguascalientes, 217%; Jalisco, 193%, Puebla, 190%; Baja California Sur 168%, Chihuahua con 164% y Colima 148%. Campeche, una entidad que tenía cero pesos de endeudamiento, alcanzó al primer trimestre un monto de mil 36 millones de pesos. (El Universal, 27/V/2012). Como la canción: a dónde va el dinero, quién sabe a dónde va.

LA CUESTA AMARILLA

Complicada tarea tendrán los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática para remontar el reto que significará la creación de un nuevo partido entre los seguidores de López Obrador. En las elecciones federales cuando el tabasqueño no se ha presentado como candidato (2003 y 2009) los solaztequistas han obtenido menos de cinco millones de votos, contra los quince millones en promedio recibidos por AMLO en 2006 y 2012.
En 1997, el PRD obtuvo su más alta votación en unos comicios intermedios –sólo para diputados federales--, pues llegó a 7 millones 520 mil sufragios. Aunque había dos elementos destacados que tuvieron efecto en esa cosecha: Cuauhtémoc Cárdenas fue candidato a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal y López Obrador era dirigente nacional de los solaztequistas.
Con las cifras de las dos más recientes elecciones estatales de los últimos doce años, podemos observar que el PRD sólo es altamente competitivo en cinco entidades: Distrito Federal, Tabasco, Guerrero, Morelos y Oaxaca, donde sus electores superan el 37 por ciento de la votación total, llegando a “picos”  del 59 y 63 por ciento en Tabasco y el DF. Aunque en estos dos casos no puede ignorarse el “efecto Obrador”.
Un análisis frío y serio es lo que permitirá al PRD prever el impacto de la creación de un nuevo partido, como a los promotores del Partido Morena calcular sus posibilidades para los comicios intermedios del 2015.
Así, vemos que en 15 entidades el PRD actual no sólo no alcanza el diez por ciento de la simpatía de los votantes sino que hay caso tan difíciles para ese partido como Coahuila y Campeche donde no han conseguido rebasar el 1% de los sufragios, o Querétaro y Chihuahua donde habiendo rebasado el punto porcentual no llegan a los dos puntos requeridos para tener registro local.
En algunos sitios donde el solaztequismo había conseguido grandes avances, como Tlaxcala, Zacatecas, Baja California Sur y Nayarit, los conflictos entre corrientes llevó a este partido en unos casos a perder la gubernatura o a drásticas caída en su votación.
Suponiendo que efectivamente el lopezobradorismo no haga un agujero en las estructuras ni provoque una fuga de simpatizantes, la dirigencia de Jesús Zambrano y Dolores Padierna se encontrará con un gran desafío: fuera de los cinco estados con alta presencia solaztequista sólo hay una entidad en la que el PRD registró crecimiento entre las dos recientes elecciones estatales, se trata de Nuevo Léon donde pasó de uno por ciento de la votación en 2003 al 3.4 por ciento en 2009…nada más que ahí un elemento determinante fue la actividad de grupos afines a López Obrador.
Habrá oportunidad de revisar la distribución en la República de los votos lopezobradoristas en 2006 y 2012 como un indicador del “efecto AMLO”, que no se trasladará automáticamente a su nuevo partido, pero que sin duda será decisivo en esta etapa de integración.
Sólo como referencia y a reserva de profundizar, le comento que en 2006 como candidato a la Presidencia ganó López Obrador 16 entidades, a pesar de que entre el 2000 y 2006 su partido sólo había triunfado en cinco elecciones estatales; en 2012, el tabasqueño obtuvo mayoría en ocho entidades en tanto que el PRD sólo triunfó en cinco elecciones estatales entre 2007 y 2012. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 

 

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