Escala Crítica/Columna diaria
*Tricolor en busca de dirigente, y también de un espejo
*Diputados tabasqueños, oportunidad de cuentas claras
*Resistencia civil y la CFE, confrontar o negociar
Víctor M. Sámano Labastida
EL PRI REGRESÓ a la Presidencia de la República y hay quienes vaticinan con mucha anticipación que está de vuelta al gobierno de Tabasco. Aunque faltan poco más de dos años para las elecciones que serán en julio del 2015. Algunos ven inclusive un horizonte cercano de “co-gobierno” por la presencia de delegados federales identificados co la operación partidista. El tricolor pasa por una situación que nunca antes le había tocado en la entidad.
En el año 2000 perdió la presidenta de la República, pero conservó el gobierno de Tabasco. En el 2006 se volvió a repetir la historia. Ahora, resultó al revés: recuperó la Presidencia, pero perdió el Poder Ejecutivo estatal.
En estas circunstancias, el PRI tabasqueño tiene que definir en las siguientes semanas quién será su nuevo dirigente local. Hay unos diez aspirantes. Podría parece inexplicable que un partido derrotado tenga tantos interesados en dirigirlo. La recuperación de la Presidencia de la República evitó que se desmembrara.
Un factor determinante para la selección de la dirigencia priísta en Tabasco es que quien esté al frente de ese partido corresponderá conducir el proceso de para la definición de sus candidatos a las elecciones intermedias del 2015. En especial los que compitan por las diputaciones locales y a las 17 alcaldías. Es de preverse que a la cabeza del tricolor tabasqueño quedará algún personaje plenamente identificado con la dirigencia nacional y con el equipo de Enrique Peña Nieto.
Los priístas tienen confianza en que para la contienda del 2015 en Tabasco les beneficiará la división en la coalición que ganó la gubernatura en el 2012. Especialmente la del PRD y Morena.
Sin embargo, aunque los números puedan despertar optimismo en el PRI de Tabasco, los ciudadanos esperan una autocrítica auténtica para que ese partido no vuelva a repetir los vicios y errores que lo llevaron a la derrota en el 2012. Sobre todo por las irregularidades que tanto costará arreglar en estos años.
Un gobierno mal conducido no sólo se cobra con costos electorales para el partido en el poder; tiene sobre todo costos sociales para la población.
¿CAMBIO O RELEVO?
UNA DE LAS CRÍTICAS insistentes ante el deterioro de las finanzas estatales y las múltiples irregularidades denuncias es la ineficacia de los sistemas de fiscalización, auditoría y control del gasto. La sustitución de Francisco Rullán en la Fiscalía estatal fue en las semanas recientes un objetivo declarado de la mayoría del PRD en el Congreso. Conseguido ese objetivo por la renuncia del funcionario, ahora los diputados de las diversas bancadas están metidos en la definición de si primero es el nuevo fiscal o el cambio en las reglas de fiscalización.
Rullán Silva había sido ratificado para siete años en el 2010, por lo que en estricto sentido de la ley vigente procedería nombrar a un sustituto que cubra los cinco años faltantes. Si esto sucediera, entonces es posible que en el 2017 cuando llegue el momento del relevo formal el PRD ya no tenga mayoría. Se dice que el nuevo fiscal no debe pertenecer a grupo político alguno, condición difícil pero no imposible. ¿Es deseable para los partidos que se disputan el poder?
Cierto que en la designación de un fiscal se impone la urgencia porque la revisión de las cuentas públicas no se detiene, pero también lo es que la situación actual representa un desafío para los diputados de los siete partido en el Congreso de mejorar los sistemas de transparencia, auditorías y rendición de cuentas. No es sólo la persona, son también las normas de operación.
Recordemos que los perredistas en la oposición se quejaron de las limitaciones que la actual legislación imponía para una verdadera supervisión del gasto en la obra pública del gobierno estatal y los municipios. Los representantes del PRI defendieron al anterior fiscal –de hecho fue ratificado con la mayoría tricolor- porque exigían el “respeto a la ley” vigente.
CORTE DE TREGUA
LA COMISIÓN Federal de Electricidad confirmó que realizará cortes del servicio de luz a unos cien mil usuarios en Tabasco. El jefe de zona de la paraestatal, José Antonio Domínguez, dijo que la suspensión del servicio de energía será contra quienes adeudan más de 20 mil pesos. Los clasificados como de alto consumo.
Desde hace unos 18 años miles de tabasqueños se encuentran en resistencia civil de no pago.
Aunque la CFE ha venido suspendiendo el servicio a los deudores es ahora cuando estos cortes adquieren mayor importancia política. Porque el gobierno estatal solicitó una tregua al gobierno federal, mientras se negocian tarifas y pago de adeudos. También porque dos de las fuerzas en el gobierno –el PRD y Morena- apoyan y promueven la resistencia civil.
Los adeudos, la revisión de tarifas y la adecuación del servicio son problemas que se han dejado crecer durante tres sexenios. Es tiempo que se encuentre una solución para una deuda que crece y una inconformidad que puede rebasar a los involucrados.
AL MARGEN
EL TRÁGICO ACCIDENTE el la carretera México-Pachuca obliga a las autoridades y a los organismos sociales a actualizar no sólo los “mapas de riesgo”, también los esquemas de protección civil. La población concentrada en grandes núcleos habitacionales está cada vez más expuesta a siniestros de alto impacto. Las políticas gubernamentales deben colocar la seguridad antes que los beneficios económicos.
Los primeros reportes indicaron que la explosión de una pipa que transportaba gas dejó un saldo de 20 muertos y 33 heridos. Hubo también daños en viviendas y otro tipo de bienes.
No es la primera vez que ocurren este tipo de siniestros. Un recuento del diario El Universal indica que del 12 de septiembre de 2007 al 25 de octubre de 2010 se registraron otros dos accidentes carreteros con un grave impacto por el número de víctimas. Uno sucedió en Coahuila y otro en la carretera México-Oaxaca. El saldo de estos dos accidentes fue de 25 muertos y 250 lesionados.
Tan sólo en el caso de los accidentes que involucran a vehículos con sustancias de alto riesgo se documentaron en tres años (2006-2009) más de mil choques o volcaduras. Por supuesto que no son los únicos riesgos a los que está expuesta la población, como lo hemos visto con los siniestros por instalaciones industriales ubicadas en áreas densamente pobladas. Una cultura de prevención debería estar en los primeros sitios de la agenda de los gobiernos. Una gestión del riesgo es sinónimo de gobernar. (
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