Escala Crítica/Columna diaria
*Dudas en torno a la banca: cultivar o secar la economía
*Mucho gasto, poco ahorro; una crisis con más de 30 años
*Desastres, descuidos y ocultamiento de mapas de riesgo
Víctor M. Sámano Labastida
TENEMOS bancos ricos y usuarios pobres, o cada vez más empobrecidos. Un tema casi prohibido fue abordado por la reciente propuesta de reforma financiera. Se requiere cambiar el marco legal “para que la banca comercial y las instituciones de crédito presten más y más barato”, se lee en el “compromiso” número 63 del Pacto por México. ¿Podrá el capital –sobre todo extranjero- asumir un acuerdo que disminuya sus enormes ganancias? Hay quienes temen que ampliar el crédito, facilitar el endeudamiento, es otra manera de “secar” la economía.
No está lejos el recuerdo de la crisis hipotecaria del 2008-2009 de Estados Unidos, o el brutal derrumbe financiero del 1994-1995 conocido en México como la “crisis de los deudores”.
BANQUEROS RESCATADOS
DESDE HACE por lo menos unos 30 años el sistema bancario en México es poco atractivo para los usuarios y para los clientes potenciales. No hay incentivos al ahorro y el costo de los créditos son crecientes. Quienes se endeudan corren el peligro de entrar en una espiral que los termina haciendo perder sus bienes…o su vida, como en España.
Esta semana que concluye el presidente Enrique Peña Nieto presentó una iniciativa que según dijo pretende mejorar el acceso de los mexicanos a los préstamos bancarios, pero a la vez diminuir los intereses y los costos en general.
A principios de los años ochenta el entonces presidente José López Portillo decidió nacionalizar y estatizar la banca en un intento por frenar la fuga de capitales. Pero dejó una grave crisis financiera que justificó al siguiente gobierno, el de Miguel de la Madrid y sobre todo al de Carlos Salinas de Gortari, para que regresaran el sistema bancario a sus antiguos propietarios.
De la misma forma prácticamente todo este sistema pasó a manos de inversionistas extranjeros.
Obviamente que las ganancias de este sistema no se quedan en México, sino que van a los lugares de origen de los banqueros.
Como le decía, uno de los graves efectos del cambio en las reglas de operación de la banca en México fue la crisis de los deudores entre 1994 y 1995. En ese tiempo, miles de mexicanos perdieron sus propiedades por no poder pagar los préstamos y los intereses.
Desde entonces, cada cierto tiempo se presenta el problema de las empresas que no tienen acceso al crédito y de las personas que terminan hipotecando perdiendo sus propiedades.
COMPARTIR GANANCIAS
ESCRIBIÓ Carlos Acosta, reportero y analista de la Agencia Proceso que los bancos han estado en la mira del equipo de Peña Nieto desde la campaña para la Presidencia. Comentó: “en cuanto foro financiero ha participado –como los organizados por la agencia Bloomberg en marzo o la revista Latin Finance en abril, entre varios más--, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, ha sido insistente, machacón inclusive, en una sola idea:
Los bancos mexicanos son de los más fuertes del mundo, con niveles de capitalización y solvencia por arriba de los estándares internacionales, pero… son los que prestan menos y más caro”.
Recordó las palabras de Videgaray, el cerebro financiero de Peña Nieto:
“El crédito bancario al sector privado (en México) es de apenas 26% del producto interno bruto, cuando el promedio de América Latina es cercano a 50% del PIB; Brasil está por arriba de 50%; Chile, muy cerca de 100%, y las economías de los países de la OCDE están incluso por arriba de 150%”.
Una comprobación que resulta ociosa –porque es la mecánica del lucro- indica que las instituciones de crédito se convirtieron en negocios especulativos. Van a los negocios fáciles, de alta ganancia, con menor riesgo…y sus beneficios los trasladan a los países de origen de los inversionistas. La casi totalidad de la banca que opera en México es propiedad de extranjeros.
México necesita un sistema bancario destinado a impulsar el desarrollo social. Una complicada aunque no imposible operación en la que las ganancias se equilibren con el servicio. La duda es si la banca extranjera le apostará al desarrollo de México o preferirá exportar sus beneficios.
AL MARGEN
FUE NECESARIO un agregado al Pacto por México para que el gobierno federal y los dirigentes de los tres partidos mayores (PRI, PAN y PRD) se comprometieran a evitar y combatir algo que está en la naturaleza de los políticos y del sistema de competencia por el poder: el uso de los recursos públicos para la autopromoción personal. Unas cuantas excepciones confirman la regla.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio mencionó algunos aspectos del “blindaje electoral”: la promoción de contralorías sociales; profesionalización de los delegados federales que operen los programas sociales; comisiones plurales estatales y una comisión nacional para preservar el entorno político de equidad (lo que debería corresponder al IFE y a los institutos estatales), y una mayor participación de observadores electorales nacionales y extranjeros.
Pareciera que regresamos a mediados de los años ochenta cuando hubo un extraordinario empuje de las organizaciones sociales y activismo en defensa de los derechos ciudadanos y humanos.
EL RECIENTE ACCIDENTE por la explosión de una pipa en la carretera México-Pachuca, con por lo menos 24 muertos, reactivó la preocupación por los programas de prevención, protección civil y los denominados “mapas de riesgo”. El dirigente del Movimiento Ecologista de Tabasco (Metab), Javier Torres, advirtió que el “Atlas de riesgo” de las instalaciones de Pemex en el estado es un documento desconocido, quizá inexistente.
Comentó Javier Torres que “lo que sí sabemos es de la existencia de núcleos poblacionales asentados sobre ductos de PEMEX. Hay colonias densamente pobladas como Villa Las Flores, Francisco Villa, parte de Indeco”, en áreas potencialmente peligrosos.
Según se sabe, los diputados han solicitado a la paraestatal la entrega del tan publicitado Atlas de riesgo, pero hasta la fecha no se sabe que haya sido proporcionado.
Por supuesto que los factores de riesgo en Tabasco son muchos más que sólo Pemex o las áreas inundables -un grupo de académicos identifica más de veinte factores de riesgo, aunque con diverso nivel de peligrosidad-, pero es importante que la población conozca los de mayor impacto. (
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