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Home Escala Crítica PARTIDOS, DIRIGENCIAS INESTABLES; EL DERECHO A UN AMBIENTE SANO

PARTIDOS, DIRIGENCIAS INESTABLES; EL DERECHO A UN AMBIENTE SANO

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Escala Crítica/Columna diaria
*Dos planillas quedarán en la recta final de PRI-Tabasco
*Más muertos por deterioro ambiental que por narco
*Un juez que no renunció, dineros desaparecidos y rumores

Víctor M. Sámano Labastida

TODO INDICA que a la competencia final del PRI tabasqueño llegarán dos de los cuatro inscritos el lunes: Erubiel Alonso y Evaristo Hernández. De alguna manera se cumplirán las previsiones de los dos bloques en los que por lo general desembocan las posiciones partidistas. Bajo protesta se anotó Félix Eladio Sarracino, y Felipe Ismael López no cumplió con un requisito elemental -la edad en la fórmula-, aunque también se le vio como enviado a cumplir una mera formalidad.

En la década reciente puede observarse que la inestabilidad es lo que ha caracterizado a la dirigencia del tricolor, aunque esta fluctuación se remonta años atrás. No es sólo la formación de “corrientes” en torno a cada ex gobernador, es también la pérdida de brújula ideológica más marcada a principios de los ochenta.
Aunque la presidencia del PRI debe durar cuatro años, del 2000 a la fecha este partido ha tenido nueve encargados, una de ellas (Selene Mollinedo) por escasos minutos.
Si abarcamos hasta 1988 –cuando el PRI comienza a enfrentar una verdadera competencia externa-, al frente del tricolor han estado 22 presidentes con intereses muy diversos.
En los años recientes, ya en este siglo, desfilaron por las oficinas de 16 de Septiembre: Jesús Madrazo Martínez de Escobar, Martha Victoria Andrade, Tomás Yánez, Georgina Trujillo, Adrián Hernández, Selene Mollinedo, Miguel Romero y Francisco Herrera. Todos cobijados por una decisión desde el Palacio de Gobierno, posición que parecía imbatible para los priístas.
Tampoco los delegados del CEN tricolor han corrido mejor suerte en lo que sería un hueso “duro de roer”. A principios del 2012, en tres meses desfilaron tres enviados del centro: Adrián Alanís, Antonio González Kuri y Rafael Oceguera.  Siguió Raúl Pozos, a quien prácticamente no se ha visto y se asegura que tiene problemas de salud. A Pozos lo vino a instalar el dirigente tricolor César Camacho. Ni así.
Terminada la presidencia sustituta de Francisco Herrera, llegó a Villahermosa José Antonio Aguilar Bodegas, ex senador chiapaneco, quien de inmediato fue impugnado en los tribunales.
“Con los grupos priístas de Tabasco no se puede”, es una expresión común de los enviados nacionales. Me parece que ni siquiera los dirigentes o aspirantes a conducir el tricolor se han puesto a interpretar, a analizar en serio cómo son los priístas de base, cuál es su fuerza y cuáles sus debilidades. Quedaron sólo como proveedores de votos; eso tiene sus costos.
Por supuesto que lo mismo –el abandono a (y de) su militancia- le ocurre al PRD y al PAN

ANTE LA CNDH

NO ES UN TEMA que ocupe los titulares de los noticiarios. Por lo menos no en grado de escándalo como sucede con las muertes por la violencia criminal, o como ocurre con los decires de los políticos. Pero es grave: en México durante los seis años recientes (2007-2012), murieron más personas por los efectos de la contaminación y el deterioro ambiental que por la llamada “guerra” contra el narcotráfico.
Un trabajo de Georgina Howard (Reporte Índigo, junio 2013), destaca: “La cifra oficial de homicidios dolosos atribuidos a la guerra contra el narcotráfico durante el sexenio de Felipe Calderón fue de más de 60 mil.
En cambio, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México los fallecimientos causados por la contaminación ambiental en los mismos 6 años suman cerca de 90 mil.”
En la Constitución Mexicana se establece como un derecho que debe garantizar el Estado y sus gobernantes un ambiente sano. Evitar daños o desastres asociados a descuidos ambientales, sea por negligencia, ignorancia o corrupción.
De acuerdo a la Red por los Derechos de la Infancia, unos 300 niños mueren al mes en México por enfermedades asociadas a la calidad del aire.
Algo así como diez muertos por día y más de tres mil al año. Tan sólo en pequeños, una cifra preocupante.
Organizaciones como el Centro de Derecho Ambiental y el Poder del Consumidor, presentaron el lunes una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que se exija al gobierno mexicano garantizar un ambiente sano.
Pero la contaminación del aire no es la única contaminación causante de muertes o asociada a graves padecimientos. También la falta de tratamiento del agua, la carencia de agua potable y la contaminación de ríos y lagunas, son factor de numerosas muertes.
Aunque no se trata de contaminación, pero también otros descuidos ambientales como la depredación de los bosques y selvas, la ocupación de lagunas y lechos de ríos, son también causa de graves daños a las comunidades y personas. Habrá que estar pendiente de la respuesta de la CNDH a la demanda de una garantía constitucional.

AGUAS, CON LOS RUMORES

FALSA resultó la versión de una presunta renuncia del juez federal Dorilián Moscoso López quien, según una llamada telefónica difundida por la radio, acusaba haber sido objeto de presiones para girar órdenes de aprehensión en contra de ex funcionarios de Andrés Granier. La especie –como sucede por lo general con lo expuesto en los medios electrónicos- se difundió rápidamente como si fuera verdad. Posteriormente se aclaró que hubo una suplantación  de persona. Un delito, pues. 
Desde principios de año se vive una intensa batalla en medios, donde también se “litigan” los casos de presuntos delitos. No resulta extraño que también se otorgue carta de verdad a la afirmación del abogado Xavier Olea, defensor del exsecretario de Finanzas José Manuel Sáiz Pineda, en el sentido de que “desaparecieron” 8.5 millones de pesos de los, 88.5 millones en efectivo hallados en la ranchería Lomitas del municipio de Nacajuca, en mayo pasado.
Aunque el abogado no presentó pruebas de su dicho, tampoco la Procuraduría o las instancias involucradas reaccionaron al suceso. Se dejó correr la versión. Lamentablemente se cumple el principio: esparce un rumor que algo queda.
Recordemos que los espacios vacíos de información y de conocimiento son ocupados por falsedades, dichos más que hechos, rumores.
En estos días en los que estaremos más expuestos los dichos y afirmaciones sin fundamento valdría recordar la popular frase de Schopenhauer: “la cantidad de rumores inútiles que una persona puede soportar es inversamente proporcional a su inteligencia”. Tratemos de ser inteligentes. 
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