Escala Crítica/Columna diaria
*Necesidades de gobierno y urgencias de partido
*Mañana, elección de dirigente estatal del PAN
*Partió la Caravana de la Paz, en Tabasco el 17
Víctor M. Sámano Labastida
GANAR el poder sin perder el partido, fue durante mucho tiempo la divisa del Partido Acción Nacional. Aunque en muchos casos resulta difícil mantener separada la supeditación de uno a otro. La “sana distancia” entre partido y gobierno parece imposible, cualquiera que sea el color. Así le sucede al presidente Felipe Calderón quien, por acción u omisión de la dirigencia panista, no resistió la tentación de mezclar las decisiones de las dos instancias.
Observamos esto ahora que se confirmaron las renuncias de los secretarios de Hacienda, Ernesto Cordero, y de Salud, José Ángel Córdova. Uno buscará la candidatura a la Presidencia por el PAN, otro pretende la gubernatura de Guanajuato.
Muy pocas veces un gobernante, sea presidente de la República o gobernador de un estado, mantiene en su gobierno a todos los colaboradores con los que inicia. En el caso de la administración de Calderón varios de los cambios se vinculan con necesidades o fenómenos externos, y no propiamente como resultado de una evaluación del desempeño.
Ejemplos: el primer cambio en el gabinete de Felipe Calderón ocurrió en enero de 2007, apenas a dos meses de haber tomado posesión. El entonces secretario de la Función Pública, Germán Martínez, dejó su cargo para irse a la dirigencia nacional del PAN. Un año después, en enero de 2008, la secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Zavala, renunció para asumir otro cargo en la cúpula panista. Los resultados de las elecciones federales de julio de 2009 mostraron la errónea designación de Germán Martínez.
También en enero de 2008, Francisco Ramírez Acuña renunció a la Secretaría de Gobernación para buscar la candidatura del PAN a una diputación federal. En abril de 2009, Josefina Vázquez Mota dejó la Secretaría de Educación, también para ocupar un lugar en el Congreso Federal…y de ahí encaminarse a la candidatura a la Presidencia.
Cuando en diciembre de 2009 Ernesto Cordero fue designado secretario de Hacienda, de inmediato trascendió que era un paso en la construcción de su candidatura a la Presidencia. Sus declaraciones posteriores y lo sucedido ayer revalidaron aquella versión.
También pretendieron abiertamente la candidatura presidencial del PAN desde un cargo en el gabinete Alonso Lujambio, de la Secretaría de Educación; Javier Lozano, de Trabajo, y Heriberto Félix, desde Desarrollo Social. Lo deseable sería que los cambios obedecieran a la evaluación del desempeño y no a necesidades partidistas. Pero, ¿se gana el poder y se pierde el partido?
Los próximos días serán una prueba para Cordero, y para el presidente Calderón, ante la creciente fuerza de la candidatura de Josefina Vázquez Mota en el PAN. En condiciones de sucesión desfavorables para el panismo.
DOMINGO AZUL
SE CONFIRMARON las previsiones: serán dos los aspirantes que compitan el domingo por la dirigencia estatal del PAN en una votación limitada a 64 consejeros. El delegado del Registro Agrario (con licencia), Walter Iglesias, retiró su inscripción para el proceso partidista, y dará su apoyo al ex delegado del Fonaes, Julio González. El otro aspirante es Jorge Ávalos, ex secretario general del panismo local.
En las elecciones anteriores de abril del 2008, los consejeros panistas dividieron su votación: Nicolás Alejandro León, obtuvo la presidencia con 28 votos contra 26 del ex diputado local y actual delegado de la Profepa, Antonio Lope Báez.
Tras su polémica llegada a la dirigencia panista, Nicolás León pudo presumir dos logros: que su partido por primera vez obtuviera dos alcaldías en Tabasco al triunfar en Balancán y Emiliano Zapata en los comicios del 2009, y haber elevado –según sus cifras- la membresía del PAN tabasqueño de 19 mil 199 militantes a poco más de 34 mil.
PRI y PRD renovaron este año sus dirigencias estatales. Ahora le toca a un PAN dividido en dos bloques, uno vinculado a la dirigencia de Nicolás León y otro “sector crítico”, que apoya a Ávalos. La lucha por las dirigencias de los tres partidos con mayor presencia en Tabasco tiene un sentido relevante: son las que se encargarán de conducir la selección de los candidatos locales para las elecciones del 2012, así como las campañas. Independientemente de que cada unos de estos partidos (PRI, PRD y PAN), obedecen a factores externos de poder.
EL OTRO MÉXICO
AYER se inició en el DF la Caravana hacia el Sur-Sureste, del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el escritor Javier Sicilia. Este recorrido abarcará Morelos, Guerrero, Oaxaca y Chiapas hasta Guatemala, para luego retornar por el norte de Chiapas, Tabasco, Veracruz, Puebla, concluyendo en la capital del país. En Villahermosa estarán el 17 de septiembre.
Coincide Sicilia con lo publicado en esta columna: las características del sur sureste del país son distintas a las del norte, porque en estas regiones se han dado importantes movilizaciones sociales y políticas. Uno de los factores es que en esta región se vive históricamente otro tipo de violencia, la expresada en la marginación y la pobreza. Pero también, el sur sureste del país, tiene una de las mayores concentraciones de población indígena cuya cultura está o estuvo fundada en la acción colectiva.
La Caravana Sur Sureste busca cubrir también la llamada “ruta del migrante”, porque especialmente los desplazados centroamericanos son quienes más han padecido la violencia criminal. Es una manera de solidarse con los migrantes y sus familias, sostiene Sicilia.
Una de las tareas más complejas del Movimiento por la Paz será evitar que los intereses partidistas, sobre todo en tiempos preelectorales, se impongan a la necesidad permanente de darle un sentido democrático a la seguridad pública. Y a la paz con dignidad. (
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