Escala Crítica/Columna diaria
*Graves rezagos sociales, el resentimiento y la ruta
*Terrorismo en el caso veracruzano, aprendizajes
*11-S, del Palacio de la Moneda a las Torres Gemelas
Víctor M. Sámano Labastida
MAÑANA, cuando se cumpla el sexto día de la Caravana por la Paz (sur-sureste), que encabeza Javier Sicilia, los integrantes de este movimiento estarán en Tapachula, Chiapas, e iniciarán el largo recorrido hasta Ciudad Hidalgo y de ahí a Tecún Umán, Guatemala. La caravana tiene previsto llegar a Villahermosa, Tabasco, el 17 de septiembre. Desde su salida de la Ciudad de México el 9, ha pasado por Morelos, Guerrero y Oaxaca.
Hoy pernoctarán en el albergue “Hermanos del Camino”, en Ixtepec. Este refugio se ubica en la llamada “ruta del migrante”, que se proponen cubrir en la nueva etapa del Movimiento por la paz.
Quienes participan en las caravanas –ha habido una al centro y otra al norte del país- aclaran que existe un Movimiento como también una Red por la Paz y la Justicia; ésta última integra a diversas expresiones que buscan impulsar una nueva cultura de convivencia en el país. Es posible que conforme se acerquen los procesos electorales tengan que decidir cuál será su posición ante los candidatos y ante las mismas votaciones.
Precisamente en torno a la paz habló en varios foros el líder tibetano Dalai Lama, de visita en México. Dijo en una entrevista: “La razón básica de la violencia es la brecha entre ricos y pobres. Hay que reducirla. No sólo está moralmente mal, sino que agrava el problema de la inseguridad (…) Pero pobres y ricos deben poner de su parte para solucionarlo. Los ricos dedicando más dinero, más gastos educación, salud y apoyos para la gente pobre. Y del lado de los pobres (…) deben desarrollar autoestima, confianza en ellos mismos, en lugar de frustración, o celos, o envidia”. (Reforma, 12/IX/2011)
Claro que también reconoció que si bien avanza un sentimiento por la paz, cada circunstancia debe ser abordada en sus propias características. En América Latina y el Caribe, indica un estudio, el 57% del PIB se genera en el 9% de su territorio; de 300 regiones intermedias, menos del 3% tiene indicadores económicos y de desempeño humano positivos
REDES LEGALES
HAY UN principio básico en un castigo: los beneficios de su aplicación deben ser mayores que los costos. En Veracruz el gobierno del priísta Javier Duarte anunció que enviará una iniciativa de reforma al Código Penal para permitir que dos usuarios de las redes virtuales acusados de “terrorismo y sabotaje” sean procesados por “perturbación del orden público”. Actualmente pesa sobre los acusados una posible condena de tres a 30 años de cárcel. Según el gobierno veracruzano, una modificación a la ley permitiría que los detenidos salieran bajo fianza.
Cabe anotar que cuando estas personas, María de Jesús Bravo y Gilberto Martínez, fueron acusados de “terrorismo”; el juez inicialmente desechó la imputación pero reclasificó el presunto delito para colocarlo como “terrorismo equiparado”, porque no se cumplían las circunstancias previstas. La defensa acudió a la justicia federal e interpuso un amparo.
Diversas organizaciones y personalidades calificaron de “excesiva” la acción contra Bravo y Martínez. Inclusive hay quienes proponen que este asunto sea examinado por la Suprema Corte. Ahora que se busca en Veracruz que el Congreso local apruebe una sanción relativa a la “perturbación del orden público”, se plantea un tema de fondo: ninguna ley puede ser aplicada de manera retroactiva.
En Tabasco hay un debate por la reciente propuesta de establecer el delito de “alarma social”. El caso veracruzano puede ser un buen ejemplo de los costos y beneficios.
LOS DOS ONCES
EL DOMINGO se conmemoró el once de septiembre como un día de luto mundial. En la mayoría de quienes recuerdan esa fecha la relacionan exclusivamente al ataque terrorista en las Torres Gemelas de Nueva York, Estados Unidos, en el 2001. Muy pocos, recordarán otro once de septiembre, registrado en la memoria latinoamericana cuando fue bombardeado el Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile. En estas dos fechas, los saldos fueron sangrientos, trágicos.
En estos días se ha hablado reiteradamente de los casi tres mil muertos reconocidos en las Torres Gemelas de Nueva York, los seis mil heridos y 24 desaparecidos.
Pero también habría que mencionar a quienes fallecieron a consecuencia de ese ataque. Las invasiones y bombardeos contra Afganistán e Irak, como respuesta al acto terrorista en Nueva York, causó la muerte hasta ahora de por lo menos unos 140 mil personas. Entre soldados, pero sobre todo entre civiles, mujeres, niños y ancianos.
El otro once de septiembre, el del bombardeo del Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile, también tuvo un saldo trágico. Causó la muerte de un presidente, Salvador Allende e instaló una dictadura que costó la vida por los menos a unas 10 mil personas (las cifras reales no se conocen aunque hay un memorial por tres mil 225 personas), más de mil desaparecidos, unos 50 mil encarcelados y miles, miles de torturados.
Ese once de septiembre en Chile tuvo también como consecuencia el exilio de por los menos unas 20 mil personas.
Son dos fechas, dos circunstancias distintas, pero que nos muestran hasta dónde puede llegar la violencia tolerada por las naciones y respaldada por el fanatismo.
AL MARGEN
QUE JULIO González no renunció a la coordinación de Fonaes, organismo federal, para participar como candidato a la dirigencia estatal del PAN, sino que sólo pidió licencia; lo mismo que hizo Walter Iglesias en el Registro Agrario. Los dos panistas retornan a sus cargos luego de ser derrotados por Jorge Ávalos. Aunque González estará también como responsable de formación política de su partido. ¿Y si los priístas o perredistas hicieran lo mismo?
LOS INFORMES de los diputados son oportunidad para deslindes, confirmaciones, o promociones. Ayer le tocó el turno a la legisladora local Lorena Beaurregard. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
