Escala Crítica/Columna diaria
*Yucatán, la entidad mejor colocada; Chihuahua, peligro
*Tráfico de gasolina, complicidades y protección civil
*Bolivia y México, dos modelos de participación estatal
Víctor M. Sámano Labastida
TABASCO se cuenta entre los diez estados con menor porcentaje de homicidios dolosos, según reportó el diario La Jornada (28/05/2014) con base en datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Aunque nuestro país registra un alto nivel de violencia, los crímenes se concentran en 21 entidades. Otro es el tema del secuestro, que coloca como sitio de atención especial a la entidad junto a Morelos, Guerrero, Tamaulipas, Zacatecas, Edomex y Michoacán.
En el comparativo del número de casos por cada cien mil habitantes, Yucatán es el estado con la menor incidencia de 1.94, mientras que Tabasco registra 6 muertes dolosas por cada cien mil pobladores. En un rango bajo también se encuentran Aguascalientes, Hidalgo, Tlaxcala y Querétaro.
Para que se tenga una idea de la diferencia podemos ver que las entidades con más crímenes son Chihuahua y Sinaloa, con 110 y 79 homicidios dolosos por cada cien mil habitantes respectivamente.
Por supuesto que la violencia no se distribuye de manera uniforme. Así como nuestro país tiene a las cinco de las diez ciudades más violentas del mundo (Ciudad Juárez, Acapulco, Torreón, Chihuahua y Durango), también debe destacarse que hay más de mil municipios en los que no se registra ni un solo crimen.
El dato de la baja incidencia de asesinatos dolosos en Tabasco (homicidio doloso: cuando el criminal actúa intencionadamente), es un dato que debe servir de referencia para observar que sí se puede actuar contra la violencia.
BOMBAS DE TIEMPO
EL PASADO fin de semana una vivienda en Villahermosa se incendió por ser usada como depósito para la venta de gasolina de manera ilegal. Hubo varias víctimas. Este hecho obligó a revisar un problema que puede poner en riesgo la seguridad de los habitantes de la ciudad y de otros poblados.
De manera extraoficial se sabe que en la capital de Villahermosa y en muchas otras ciudades existen puntos de venta clandestina de combustibles.
Estos combustibles son obtenidos de manera ilegal, son robados a las pipas y tuberías de Pemex o en las propias gasolinerías.
Durante el año pasado, Petróleos Mexicanos detectó más de dos mil tomas clandestinas de gasolina en el país. Los estados con mayor robo de gasolina son Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Jalisco.
De acuerdo a la información de la Cámara de Diputados, la mayor parte de los combustibles robados es administrada por el llamado crimen organizado, pero también por las gasolineras pirata y transporte. Esto ya lo había documentado Ana Lilia Pérez en el libro “El Cártel Negro”.
El diputado Jesús Oviedo, del PAN, denunció que una buena parte del combustible robado se comercializa en el transporte de pasajeros y de carga. Lo mismo que han mostrado investigaciones periodísticas.
También las autoridades de la Procuraduría Federal del Consumidor tienen noticia de una extensa red de compra venta de combustible obtenido de manera ilegal. La gasolina y el petróleo almacenado de manera clandestina convierten a las casas particulares en bombas de tiempo. Es un asunto de protección civil y seguridad pública.
QUÉ TIENE BOLIVIA
Le comentamos que el gobierno mexicano redujo sus cálculos de crecimiento de la economía de 3.9 por ciento a sólo 2.7 por ciento. Un mal indicio para las políticas de combate a la pobreza. En cambio, se reporta que algunos países latinoamericanos como Bolivia por el contrario han logrado crecimientos por arriba del cinco por ciento.´
Esto se refleja, por lo menos estadísticamente, en una disminución del porcentaje de pobres, como ocurre en Brasil y Argentina.
Le decía en otra entrega que uno los casos más destacados es el de Bolivia, un país con menos recursos y con más rezago en América Latina. País que tuvo que vivir también la trágica y sangrienta experiencia de una sucesión de gobiernos militares (1968-1982). Uno se pregunta qué hizo Bolivia que no ha hecho México para disminuir la pobreza.
Marcos Domic, embajador de Bolivia en México dijo en una entrevista con el El Universal que su país cambió de un modelo neoliberal a un modelo denominado económico, social, comunitario y productivo.
La política del gobierno boliviano, establecida desde el triunfo de Evo Morales en 2006 -.dijo Domic-, puso como objetivo mejorar el poder adquisitivo de la población, sobre todo la más pobre.
Para que se tenga una idea, hace unos ocho años 24 de cada cien bolivianos vivían con un dólar al día. Ahora esta condición de pobreza sólo afecta a 10 de cada cien.
Resulta interesante observar que Bolivia encontró su camino, por lo menos hasta ahora, con un mayor control del Estado en el petróleo, gas, minería y telecomunicaciones.
Explicó Domic a la periodista Ivette Saldaña: “No hay política de exclusión de la empresa privada en muchas áreas, solamente se redujo la presencia del sector empresarial extranjero en áreas estratégicas, petróleo, gas, minería y telecomunicaciones, donde ahora el Estado tiene el control fundamental de esa riqueza”.
Añadió: “El 1 de mayo de 2006, a cuatro meses de que llegó Evo Morales, se renacionalizó el petróleo, ya que se nacionalizó en 1937. Es una riqueza sagrada que debe pertenecer a los bolivianos. Por eso la exploración, explotación y transporte volvió al dominio del Estado y no se excluyó la presencia de empresas extranjeras, hubo nuevas reglas del juego”.
Por el contrario, el actual gobierno en México le está apostando a reducir la presencia del estado y ampliar el sector empresarial dominantemente extranjero.
Son como usted puede observar dos modelos totalmente distintos.
Le decía, el objetivo de toda sociedad debe ser mejorar el nivel de vida de sus habitantes. Bolivia hasta ahora lo está consiguiendo. Como también lo está Brasil. A pesar de que subsisten los rezagos.
AL MARGEN
ENTRE los años 2012 y 2013 el robo de combustible aumentó en 20 por ciento en todo el país. Según Pemex Exploración y Producción (PEP) cada día se roban entre cinco y 10 mil barriles de crudo, sobre todo en la zona costera que abarca Tabasco, Veracruz y Tamaulipas. También hay otro corredor de ordeña entre Nuevo León, Coahuila, Sinaloa y Sonora. Según el reporte oficial Quintana Roo, Yucatán y Campeche hasta ahora están a salvo de ese problema. Aunque hay investigaciones independientes que colocan a Campeche en un punto rojo. (
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