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Home Escala Crítica ENRIQUE KRAUZE: LA VALORACIÓN DE LAS CIUDADES, UN EJEMPLO

ENRIQUE KRAUZE: LA VALORACIÓN DE LAS CIUDADES, UN EJEMPLO

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Escala Crítica/Columna diaria
*Urbes destruidas y recuperadas por la pasión de sus habitantes
*Programas sociales, la importancia de la educación pública
*Médicos en rebeldía, crisis en hospitales y demanda excesiva

Víctor M. Sámano Labastida

ESTUVO en Villahermosa el historiador Enrique Krauze. Habló de una de sus pasiones y de su maestro, Octavio Paz. Como el también director de la revista Letras Libres acudió invitado a la celebración de la capital tabasqueña, quisiera compartir con los lectores unos fragmentos de lo que Krauze escribió en el prólogo de “La ciudad de los palacios; Crónica de un patrimonio perdido”, a propósito de uno de los grandes mexicanos que vivieron por y para las ciudades, Guillermo Tovar y de Teresa.

Anotó Krauze: “La destrucción de las ciudades es un tema tan antiguo como el hombre. Desde que Dios decidió arrasar Sodoma y Gomorra, el fuego ha sido el sello final. Nerón y los bárbaros quemaron Roma, Londres se incendió por un accidente, Lisboa y San Francisco por un terremoto, Moscú prefirió prenderse fuego antes que rendirse a Napoleón. Con todo, las ciudades son menos mortales que los hombres: renacen de los escombros y las cenizas”.
Refiere los casos milagrosos de resurgimiento. “Hiroshima es el caso de mayor dramatismo y Varsovia el más heroico”, anota. Lo que cuenta de Varsovia es fascinante; cómo la misma población recuperó fragmentos de la ciudad destruida en medio de los bombardeos y al terminar la guerra volvió a reconstruir, en lo que pudo, ese rompecabezas de una extraordinaria urbe.
Prosigue en sus notas Krauze: “La historia de Occidente registra esos y otros milagros. Sus anales refieren también casos de irresponsabilidad, deterioro y muerte urbana, pero entre ellos existen muy pocos en los que la destrucción haya sido provocada deliberada y festivamente por sus propios habitantes. México, por desgracia, es uno de esos casos. La capital que Humboldt bautizó como “la Ciudad de los Palacios”, la que sorprendió a la marquesa Calderón de la Barca (“México es una de las ciudades de más noble aspecto en el mundo”), resistió por siglos el golpe traicionero de terremotos e inundaciones, de guerras y revoluciones, pero cedió ante una acción más efectiva y callada, más subrepticia e irresponsable: la que ejercieron dos manos empuñando una piqueta. Los mexicanos no recogieron los fragmentos de su capital derruida: traficaron con ellos, los exhibieron como trofeos en sus salas o, más comúnmente, vieron con indiferencia cómo el arte se volvía cascajo”.
Más adelante destaca: “Por fortuna, la conciencia histórica encuentra siempre sus caminos y sus depositarios. Un siglo después del primer golpe de piqueta contra los edificios virreinales de la ciudad de México, un niño con alma de viejo sintió la gravitación de toda la historia derruida y se propuso retenerla. Algún día la ciudad tendría el valor de verse en el espejo que él, pacientemente, reconstruiría”.
Ese niño, al que se refiere Krauze es (o era) Guillermo Tovar de Teresa.  Sirva esta larga cita para invitar a la lectura del ensayo-prólogo del historiador visitante, para valorar la obra de personajes como Tovar y de Teresa, y también para motivar a no perder nuestras ciudades aunque parezcan estar condenadas a la destrucción sea por las inundaciones, sea por el descuido y la irresponsabilidad. (Ver: “Guillermo Tovar y de Teresa. Cronista de la Ciudad de los palacios”, Letras Libres, noviembre 2013)

CONTRA LA DESIGUALDAD

MUCHO se ha dicho sobre la importancia de los programas sociales de un gobierno. Acciones que buscan disminuir la desigualdad y la falta de oportunidades en un segmento de la sociedad. Así, por ejemplo, se han establecido a nivel federal programas como la cruzada contra el hambre, la atención médica básica, muchos programas que pese a su carácter polémico son necesarios.
Inclusive la obligación legal del Estado para proporcionar educación primaria gratuita es parte de los programas sociales indispensables.
Estos programas se han ido extendiendo. Aunque no ha sido posible disminuir la pobreza y la desigualdad, se puede asegurar que sin tales apoyos la situación de la mayoría de la población sería mucho más difícil.
Ahora se anunció que en Tabasco, a partir del próximo ciclo escolar se entregarán libros de texto gratuitos a la totalidad de los estudiantes de educación media superior. Son más de cien mil alumnos quienes recibirán estos apoyos.
Anteriormente, el gobierno estatal entregó paquetes de útiles escolares a más de 280 mil estudiantes de educación primaria. Aunque existe una ley que desde el año 2006 obligaba al gobierno a entregar útiles escolares a los alumnos de primaria, escolar y secundaria, hasta ahora no se había cumplido ese mandato.
Como le decía, los programas sociales buscan disminuir la desigualdad por medio de subsidios. Pero está comprobado que la educación es una herramienta determinante para mejorar las oportunidades de la población.

HOSPITALES ENFERMOS
EN ESTOS DÍAS cientos de médicos en el país han protestado contra lo que consideran un trato injusto. Por lo menos 16 médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social son acusados de negligencia, porque se presume que no dieron el trato adecuado a los pacientes. En Tabasco hay casos de suspensión de doctores en los hospitales públicos. Pero esto también sucede en otros lugares.
Mientras los pacientes y algunas autoridades acusan a los médicos de descuidar su labor, es un hecho que desde hace varios años el sistema de salud en México vive un deterioro que lo puede llevar a una grave crisis.
Si bien es cierto que hay motivos para quejarse por la comercialización de la medicina, en la que importa más la ganancia que la cura, tampoco puede generalizarse en la actitud de los especialistas.
Así, por ejemplo, los hospitales públicos más importantes del país registran una sobre población frente a los índices recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Este organismo internacional recomienda que los hospitales y servicios médicos tengan cuando mucho el 85 de ocupación.
En México se rebasa el cien por ciento.
Las autoridades federales, así como los gobiernos de los estados, promueven una política de cero rechazo a los pacientes que acuden a los servicios de urgencia. Al mismo tiempo anunciaron la creación de una fiscalía para que obligue y vigile la atención médica.
Los doctores y enfermeras, por su parte, insisten en que la demanda de servicios ha rebasado la capacidad en recursos financieros y humanos.
Por otra parte se requiere de un mayor impulso a la medicina preventiva.
Frente al descuido de los propios pacientes y la falta de hábitos de autoprotección ningún sistema será suficiente. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 

 

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