Escala Crítica/Columna diaria
*Han perdido registro uno 19 partidos políticos en veinte años
*Morena, al segmento de las izquierdas; minipartidos en riesgo
*Fronteras pobres, economía informal, conflictos latentes
Víctor M. Sámano Labastida
EN EL AÑO 2000 hubo once partidos políticos en la contienda presidencial, aunque el número de candidatos se redujo a seis. De todos esos partidos, cinco perdieron el registro. En 1979 un sistema históricamente cerrado se abrió y entonces obtuvo el registro Partido Comunista Mexicano, el primero de verdadera oposición de izquierda al sistema. El Partido Acción Nacional, identificado inicialmente con posiciones conservadores, comenzó a competir electoralmente desde 1940.
A partir de 1991 se vivió en México un verdadero “destape” de agrupaciones. Resultaba ya relativamente fácil constituir y registrar un partido político. De aquel año al 2012 se tiene noticia de 26 partidos políticos que tuvieron registro, pero 19 de estos ya no existen.
MUCHOS PARTIDOS, POCAS OPCIONES
PODRÍA decirse que tres son las corrientes políticas que han mantenido una presencia por décadas: el PRI, que es una mezcla de diversas ideologías aunque desde principios de los ochenta con predominio del llamado neoliberalismo; el conservadurismo –que algunos catalogan en la derecha del espectro político aunque no sea estrictamente así- representado por el PAN y disputado por algunos pequeños partidos efímeros. Es el caso del Partido Demócrata Mexicano (PDM).
Una tercera corriente sería la denominada izquierda o izquierdas, caracterizada por su dispersión y confrontación interna. Fue hasta el surgimiento del PRD en 1989 cuando consiguieron una relativa unidad en torno a la figura de Cuauhtémoc Cárdenas. Ahí se agruparon comunistas, socialistas, nacionalistas, activistas diversos.
A la par de estas tres grandes corrientes, existieron partidos que sus críticos denominaron “paraestatales”, cuya función fue acompañar al PRI o confrontar a los adversarios del tricolor. Una mecánica que se quebró en 1988 cuando estos “paraestatales” rompieron con el partido en el poder.
De alguna manera, la función de alianzas con el PRI la ha venido haciendo el Partido Verde. En algunos estados es el Panal (Nueva Alianza) la organización que se ha sumado al tricolor aunque con más pragmatismo también se coaliga con el PAN o con el PRD.
Mientras el PRI y el PAN mantienen una cierta hegemonía en dos grandes frentes políticos, el PRD tuvo que compartir el voto de los simpatizantes de las izquierdas con el Partido del Trabajo (surgido en 1990) y con Movimiento Ciudadano (fundado en 1999 como Partido Convergencia y que cambió de nombre en julio de 2011).
TRES JUGADORES
A PARTIR del 2015 los solaztequistas tendrán que competir por el voto de este segmento ciudadano también con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
¿Qué electores pueden captar los otros dos partidos cuyo registro es posible que se ratifique hoy?
El Frente Humanista aparece como un intento más Ignacio Yris Salomón, ex dirigente de la Coduc –una coalición urbana y campesina fundada en 1991-, para tener presencia partidista. El origen de Yris Salomón es la Confederación Nacional Campesina del PRI; fue dirigente del desaparecido Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina. Puede preverse que esta organización buscará los votos de las izquierdas, en especial aquellos del PT y MC.
Mientras tanto, el Partido Encuentro Social, dirigido por Eric Flores, estaría más en una tendencia conservadora. Reportes periodísticos vinculan a sus simpatizantes con la antigua Unión Nacional Sinarquista y con disidentes radicales del PAN. Surgió como agrupación política en 2001; en 2006 logró registro como partido político estatal en Baja California. Vinculado con organizaciones protestantes, ha hecho alianzas con el PAN y el Panal.
En el 2015 veremos sin duda desaparecer a dos o tres minipartidos. Al mismo tiempo que cambiará la composición de las fuerzas electorales hasta ahora dominantes.
TRISTES FRONTERAS
HABRÁ que estar pendiente de que el plan Frontera Sur no quede sólo en buenas intenciones. Tenemos con Centroamérica territorios comunes y calientes. Conflictivos. Tabasco tiene 108 kilómetros de frontera con Guatemala, Campeche 194 kilómetros y Chiapas, la mayor extensión, con 654 kilómetros. Otra franja fronteriza es la colindancia de Quintana Roo con Belice, unos 278 kilómetros.
Aunque siempre nos referimos a Guatemala cuando mencionamos la frontera sur, en realidad es un territorio limítrofe con Centroamérica, una franja de la cual sólo Costa Rica y Panamá tienen una economía más o menos estable, o por lo menos cuyos problemas no afectan directamente a México.
Un caso distinto es el de Guatemala, Nicaragua, El Salvador y sobre todo Honduras. Este último país vive una grave crisis que repercute en la creciente expulsión de pobres. El “contagio” de la desigualdad es producto del sistema. El desarrollo es una cuestión de seguridad.
POCO PAGO, POCO GASTO
EL PROBLEMA no es sólo el desempleo sino los bajos salarios. Es posible que la escasa remuneración sea el conflicto de fondo: la economía con crece porque no hay consumo, y no porque falte producción. Recordemos lo dicho por el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete: más de nueve millones de mexicanos obtienen menos de dos y medio salarios mínimos. Ahora que se plantea nuevamente el problema del ambulantaje en Tabasco no ignoremos que estamos ante un problema económico con expresiones sociales.
Según estimaciones del INEGI, en 15 de las 32 entidades federativas, la tasa de informalidad laboral supera la media nacional de 59 por ciento de la población ocupada. Oaxaca tiene 80.5 por ciento de empleos informales; Guerrero 79.2%; Chiapas, con 78.1% e Hidalgo, 74.3%.
Tabasco está con 61.2 por ciento, aunque mejor ubicado que Puebla, Tlaxcala, Michoacán y Veracruz, está entre las 15 entidades con mayor porcentaje de economía paralela.
AL MARGEN
PARA anotar: en San Blas, Nayarit, ganó la votación para alcalde Hilario Ramírez Villanueva, aquel que admitió que robó “poquito”, “nada más una rasuradita”, cuando fue alcalde del 2009 al 2011. Como “candidato independiente”, Ramírez fue reelecto aunque no por un periodo inmediato. Antes llegó al poder bajo la bandera del PAN. Un camino que seguirán otros políticos, nada más que ahora por reelección inmediata.
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